Edición original: 1999/2009; Wildstorm (DC Comics).
Edición España: I Planeta DeAgostini; II Norma Editorial; III ECC Ediciones.
Guión: Warren Ellis.
Dibujo: John Cassaday.
Entintado: John Cassaday.
Portadas: John Cassaday.
Color: Laura DePuy Martin, David Baron, Wildstorm FX.
Precio: 5 tomos a 15,95 € c/u (Rústica, alrededor de 176 págs c/u). Otras ediciones descatalogadas.
En septiembre de 1998, aparecen en los números #33 y #6 de Gen13 y C-23 respectivamente 8 páginas a modo de preview de lo que será una nueva serie de WildStrom creada por Warren Ellis y John Cassaday: Planetary. Con una duración prevista de 24 números bimestrales (finalmente serán el preview, 27 números regulares y tres especiales), la serie comienza su andadura regular en abril de 1999, tratando de refundar toda la mitología popular del siglo XX en una única macrohistoria de tintes conspiranoicos y superheroicos, relacionándose levemente con los universos WildStorm y DC. Sus personajes se vuelven instantáneamente clásicos del Noveno Arte, y cada número es venerado por la crítica y el público que ha tenido la suerte de descubrirla.
Paralelamente, en marzo de 2000, Planeta DeAgostini comienza a publicar la serie regularmente en nuestro país, respetando el formato de 24 páginas USA, con periodicidad mensual. Pero cuando se llega al #12 en febrero de 2001, la editorial tiene que parar a la espera de más material americano, ya que la serie está en Estados Unidos en un parón desde principios de 2001. A partir de este año, Ellis y Cassaday compaginarán otros compromisos con la publicación irregular y con cuentagotas de cada número de Planetary hasta llegar a diciembre de 2006, fecha en la que se publica el último número regular de la serie (el número #27, publicado en octubre de 2009, es en realidad un epílogo). Entre medias, se produce en Estados Unidos la publicación de tres crossovers casi totalmente fuera de la continuidad de la serie, la salida al mercado de tres TPB (que abarcan hasta el número 18) y de un número Absolute (que recoge los 12 primeros números de la serie). En diciembre de 2004, cuando Planeta DeAgostini ha acumulado ya suficiente material americano, se retoma la publicación en nuestro país de la serie. Tal es el parón sufrido (3 años ininterrumpidos), que los nuevos números se encuadran dentro de un Planetary vol. 2 totalmente artificial, específicamente creado en España. No obstante, a partir del número 8 (#20 USA) de agosto de 2005 la editorial prefiere volver a parar a la espera de más material al otro lado del Atlántico.
Sin embargo, en este tiempo los derechos de WildStorm en nuestro país pasan a Norma Editorial, que proporciona su propia edición de Planetary desde el número 1 con un tomo de 304 páginas (recoge el preview y los números 1-12 USA) homólogo al tomo Absolute americano excepto por el tamaño y el guión del #1 USA. Sin embargo, aún con este primer número a la venta desde abril de 2007, la edición de Planetary no finaliza hasta un segundo tomo publicado en noviembre de 2010 que recoge los números 13-27 de la colección. ¿Qué tal la edición? Bien en el primer volumen, y deficiente en el segundo recién publicado: a la parquedad de extras se le suma la introduccion de páginas de relleno a mitad de los cómics USA con vistas a hacer coincidir las dobles splash-pages y la reducción de la portada del número #27 para que quepa apaisada en una página, en lugar de introducir un desplegable. Eso por no hablar de la repetición del artículo de Joss Whedon Planetary me obsesiona –que aparecía ya al final del primer volumen y que vuelve a aparecer en el segundo con una traducción y maquetación diferentes– o evidentes errores de traducción (principalmente relacionados con false friends). Sea como fuere, en noviembre de 2011, esta misma casa editorial publica un Absolute integral de 664 páginas con toda la colección (Planetary Preview más Planetary #1-27 USA), edición que aspiró a ser definitiva en nuestro país pese a que no corrigió los errores de traducción. Por su parte, hacer constar que los tres crossovers especiales que conoció la obra también fueron recopilados también por Norma Editorial en una versión del TPB USA Planetary: Crossing Worlds, aquí traducido como Mundos cruzados.
Tras la pérdida de los derechos de DC Comics/Wildstorm por parte de Planeta y Norma, la serie cayó en el limbo de los cómics descatalogados durante mucho tiempo. Sin embargo, su relevancia consiguió que fuera precisamente Planetary la encargada de dar el pistoletazo de salida de la línea Wildstorm por parte de ECC Ediciones. Así, la nueva editorial procedió a reeditar la serie íntegramente en cinco tomos en rústica a partir de junio de 2014.
Planetary es una organización clandestina cuyo objetivo es indagar y catalogar los misterios, los mitos, y la historia oculta del planeta, así como encargarse de asuntos relacionados con poderosos seres y fuerzas que escapan a toda lógica y comprensión humana. Para ello se valen de recursos económicos que parecen ser ilimitados, de una infraestructura con sedes en todo el mundo (Tokyo, Hong Kong, Gotham City…), y un equipo de campo formado por Jakita Wagner, Elijah Snow y The Drummer (o El Batería), dirigidos desde la sombra por el misterioso Cuarto Hombre, del que poco a poco vamos conociendo más datos. Asimismo, cada uno presenta una serie de habilidades: Jakita posee fuerza, velocidad y sentidos superlativos; Snow es capaz de manipular la temperatura y envejece a un ritmo muy lento; y The Drummer tiene el don de comunicarse con las máquinas. Si tuviésemos que decidir un género para Planetary sería triple: ciencia ficción, intriga y acción superheroica.
Empieza el juego
La serie comienza en el momento en que Jakita recluta a un amnésico y apático Elijah Snow en un café perdido en medio del desierto. Aunque en un principio podría parecer que la serie se compondrá de números autoconclusivos, cada uno dedicado a la exploración de un mito o un fenómeno extraño, pronto nos daremos cuenta de que hay una subtrama (claramente enfocada desde el punto de vista del nuevo miembro, Snow) que enlaza todos los cabos sueltos y que intentará responder a cuestiones como a qué se dedica realmente Planetary, quién es el Cuarto Hombre, cuál es el pasado de Elijah Snow, o quién compone el misterioso grupo opuesto a nuestros protagonistas.
Elijah Snow. Poco podemos decir de él sin destripar la serie: es muy viejo (a pesar de que no lo aparenta en absoluto), es amnésico (gran parte de la serie se estructura en base a sus recuerdos), tiene la capacidad de «sustraer el calor» y es increíblemente inteligente y deductivo. Reclutado por Jakita Wagner en el primer número de la serie para sustituir a un miembro del equipo de campo de Planetary, su personalidad se irá haciendo más cínica a medida que avanza la serie, hasta componer un personaje claramente amoral alejado de las habituales características de los superhéroes clásicos. Tal vez por esa ambigüedad moral y por poseer la misma información que el lector, es el miembro de Planetary más idóneo para generar empatía.
Jakita Wagner. Envejecimiento enlentecido, fuerza potenciada, agilidad sobrehumana, resistencia inusitada y sentidos hiperagudizados. Tales características hacen de Jakita Wagner el miembro más físico del equipo de campo. Leal y fiel al misterioso Cuarto Hombre que dirije Planetary, Wagner se muestra especialmente lacónica cuando se le pregunta por el miembro caído al que Snow está sustiyendo (algo que se aclarará más adelante). A pesar de aparentar ser muy dura, es la más sensible y moral de todos los personajes del cómic. No obstante, su motivo para estar en la organización provoca una carcajada de admiración y sorpresa: para no aburrirse.
El Batería. De veintipocos años, los orígenes de El Batería son los últimos en conocerse de la serie. Proporciona un importante apoyo al comunicarse con sistemas de información tecnológicos, mágicos, físicos… todo lo que contenga información jerarquizada, codificada y en uso. Su comportamiento es errático, y a veces su condición de benjamín postadolescente le acarrea broncas con el resto de los miembros del equipo, incomodados por su bromas y su falta de madurez. Una curiosidad: está físicamente basado en la imagen del propio Cassaday.
The Four (Los Cuatro). Ninguna colección superheroica es tal si no dispone de una galería de villanos adecuados. The Four, la organización compuesta por cuatro integrantes sospechosamente parecidos a los 4 Fantásticos está a la altura, convirtiendo la inquietante aparición de cada miembro en un momento de alta tensión para el lector. Descubrir los poderes de Randall Dowling (Reed Richards), Kim Süskind (Sue Richards), William Leather (Johnny Storm) y Jacob Greene (La Cosa) se convierte en uno de los muchos alicientes de la serie pues aunque guardan relación con sus referentes, las modificaciones pueden llegar a ser sustanciales. Su objetivo: controlar la tecnología, el progreso, el conocimiento y la historia de la humanidad, así como destruir todo lo que representa Planetary.
El de Warren Ellis (Inglaterra, 1968) es un claro ejemplo de rebeldía, de lucha constante contra las corrientes preestablecidas dentro una industria poco receptiva a enfoques novedosos y arriesgados; un carácter indómito, apreciable en buena parte de la bibliografía de este inclasificable autor. Sus guiones, paradigma del lo extraño y bizarro, destacan por la originalidad de sus planteamientos, con curiosos puntos de partida y temática variada cuyo nexo de unión suele ser un interés casi obsesivo por la violencia, el misterio y la ciencia-ficción, así como conspiraciones y paranoias de toda índole.
Poseedor de un abultado currículum, ha desarrollado su carrera prestando servicios a multitud de editoriales, pero sin lugar a dudas, sus obras más conocidas han sido publicadas bajo el auspicio de DC, ya sea dentro de su sello Vertigo o en Wildstorm. De entre todas sus creaciones brillan con luz propia títulos tan dispares como: Stormwatch, Transmetropolitan, The Authority, o Planetary, sin que por ello debamos olvidar trabajos realizados para Marvel Comics, como Excalibur, Pryde and Wisdom o Lobezno.
Portadas de Transmetropolitan, Global Frequency y The Authority
Al tiempo que ha compaginado estancias más o menos extensas en diferentes series regulares, Ellis se ha cuidado de reservar espacio en su agenda para desarrollar numerosas series limitadas, práctica que parece servirle como ejercicio de exorcización frente a los encorsetamientos de las grandes editoriales. Muchos de estos proyectos –Strange Kiss, Mek, Red, Global Frequency, Ocean, etc..- han visto la luz a través de subsellos de los gigantes americanos, o de editoriales menores, como Avatar Comics o AiT/Planet Lar. Pero pese a mostrarse ser muy reticente a formar parte del engranaje del cómic mainstream, con el paso de los años ha terminado por convertirse en uno de los escritores de referencia para el fandom, de modo que entre sus últimas obras destacan algunos de los más destacados proyectos de las grandes editoriales. Tales son los casos de Desolation Jones y Fell, o su nutrida aportación al Universo Ultimate, que incluye la Trilogía de Galactus, y dos arcos argumentales de la “versión definitiva” de Los 4 Fantásticos (Muerte y Zona-N)
A su vez, desarrolló el accidentado relanzamiento de Iron Man, y dio rienda suelta a su faceta más cómica y paródica a través de la excelente Nextwave (Agentes de H.A.T.E. y Te pateo la cara), sobrándole tiempo para presentarnos una nueva versión de los Thunderbolts, o colaborar con Salvador Larroca en New Universal. Pero su agenda parece inagotable, ya que más recientemente ha encontrado tiempo para escribir Crooked little vein (Camino tortuoso), su primera novela, escribir el segundo volumen de Astonishing X-Men, o multiplicarse en proyectos publicados por Avatar Press: el webcómic Freak Angels, la limited Ignition City, y series como Anna Mercury, No Hero o Doktor Sleepless, entre otras.
Dejando a un lado otro tipo de actividades multidisciplinares –columnas para diferentes publicaciones, propuestas televisivas, guiones de producciones audiovisuales–, no podemos dejar de hacer referencia a la condición de Ellis como gurú de Internet: bien sea a través de la lista de correo Bad Signal, su página web, o el foro Whitechapel, siempre se ha caracterizado por interactuar con sus seguidores, seducidos por la personalidad y las ocurrencias del autor británico.
Elijah Snow: un tipo contundente
John Cassaday (Texas, EE.UU., 1971) poseedor de un estilo sencillamente espectacular, no tardó en llamar la atención de las grandes editoriales gracias al buen hacer demostrado desde etapas iniciales de su carrera profesional. Aparentemente, todo comenzó cuando a mediados de la década de los noventa, y en el marco de la Convención de Cómics de San Diego, tuvo la oportunidad de enseñar su portafolio a Mark Waid, quien quedó sorprendido con la calidad de sus páginas: “Puedo decir con total honestidad que jamás he visto un portafolio mejor en una convención, y que desde el primer momento en que observé su trabajo, supe que no tardaría en ser profesional”. Gracias a los contactos que le proporcionó este encuentro, Cassaday pasó de encargarse de títulos menores –Bill The Bull, Flowers on the Razorwire, Five Years of Pain, Negative Burn–, a acometer su primera colaboración con Dark Horse: Ghost, colección en la que también despuntó Ivan Reis, otro de los grandes dibujantes de género superheroico contemporáneo.
Como era de suponer, el excelente trabajo del dibujante texano estaba destinado a llamar la atención de las dos grandes editoriales americanas, siendo DC Comics la primera en contar con sus servicios. Para la “Distinguida Competencia” firmó un par de anuales (de Flash y Teen Titans) y el especial Flash: Secret Files #1, para a continuación aceptar la oferta de Marvel de encargarse de un par de especiales de X-Men / Alpha Flight, donde además de encargarse de los lápices, compaginó tareas de guionismo con Ben Raab.
Portadas de Yo soy Legión, Capitán América y Astonishing X-Men
A punto de finalizar la década de los noventa, Cassaday comenzó a consolidar las excelentes maneras que apuntaba, compaginando encargos de lo más variado: desde Hulk Annual 99, hasta Union Jack, pasando por brevísimas estancias en series regulares del renombre de Batman, Detective Comics, o Excalibur. Otro de los pequeños hitos en su peregrinaje hacia el estrellato se produjo gracias al western Desperadoes, donde junto al guionista Jeff Mariotte hizo evidente que estaba llamado a convertirse en uno de los referentes de su generación. Pero su consagración definitiva comenzó a cimentarse en febrero de 1999, fecha en la que se publicó la primera entrega de Planetary: con esta atípica e inclasificable colección, que hoy analizamos en profundidad, elevó su arte a cotas mucho mayores, beneficiándose de la confianza de un Warren Ellis que con sus certeros y variados guiones le permitió experimentar con todo tipo de estilos y formatos de página.
La irregular periodicidad de Planetary posibilitó que Cassaday compatibilizara su puesto como dibujante regular con otros trabajos, como el relanzamiento del Capitán América para el sello Marvel Knights –con guiones de John Ray Nieber–, o su participación en la antología Hellboy: Weird Tales (Historias extrañas). Pero aún se reservaba otro de los grandes trabajos presentes en su interesante bibliografía: el best-seller Astonishing X-Men (arcos argumentales El Don, Peligroso y Desgarrada, reseñados con anterioridad en Zona Zegativa). Con guiones del fan favourite Joss Whedon, logró reverdecer viejos laureles mutantes, recibiendo de paso un abrumador reconocimiento por parte de lectores y medios especializados.
En los últimos tiempos, participó en la miniserie Fallen Son: La muerte del Capitán América, se encargó de numerosas portadas, y dibujó Yo soy legión, serie de álbumes desarrollados junto a Fabien Nury para Les Humanoïdes Associés. Talento en estado puro, que durante el año pasado incluso se animó a dirigir un episodio (2×10: The Attic) de la televisiva Dolhouse, creación de su colega Whedon.
La buena sintonía entre Warren Ellis y John Cassaday quedó patente desde un primer momento, pues el dibujante afirma sentirse muy a gusto trabajando junto a Ellis, y éste llegó a decir que Cassaday es “un Dios de la ilustración”. Así, se entiende con mayor facilidad que ambos autores hayan sobrellevado las dificultades atravesadas durante la publicación de la colección, en buena medida propiciadas por la apretada agenda de ambos autores. A continuación recogeremos algunas declaraciones realizadas por este equipo creativo en relación a Planetary.
Preguntado acerca del hecho de escribir comics de género superheroico, sabiendo la opinión que por lo general estos le merecen, Ellis responde lo siguiente: «Bueno…esto no representa ningún problema para mí. Es un trabajo que alguien tiene que hacer. Quiero decir, Planetary es más que un cómic de superhéroes, un cómic sobre el género superheroico, sobre sus antecendentes, de dónde viene y hacia dónde se dirige. Es un libro acerca del género. Ésto se debe a que hubo un tiempo en que los cómics de superhéroes parecían tratar precisamente acerca de los cómics de superhéroes, pero sólo desde la más superficial de las maneras. Mi intención era la de profundizar más en el subgénero, expuestas sus raices y ramificaciones. Ésta fue la razón por la que creamos Planetary«.
En relación al errático calendario de publicación de la colección, argumenta que se debe a un cúmulo de circunstancias: desde una enfermedad que padeció durante una temporada, hasta la compra de Wildstorm por parte de DC Comics, que afectó a la publicación de la serie por razones editoriales ajenas al equipo creativo.
En cuanto a la fina línea que separa los arquetipos de los estereotipos, puestos en relación a personajes utilizados en Planetary, contrapartida de versiones plasmadas en novelas pulp, seriales o cómics antiguos (Tarzan, Fu Manchu) que contenían un trasfondo político, ideológico o cultural políticamente incorrectos según los cánones contemporáneos, afirma que la intención buscada era la de examinar a dichos personajes, no para «exonerarlos» de sus pasados, o de sus propios creadores. «Es sencillo decir, bueno… Eran tiempos diferentes, y por supuesto, eran racistas. O…si, son arquetipos existentes en todas las culturas. Pero mientras Tarzan es el ‘niño salvaje’ con una larga y legendaria tradición escrita a sus espaldas, Fu Manchu no es un ‘genio del mal’, sino que representa al Mal procedente de China. Y esto es algo que puede ser explorado desde mútiples perspectivas».
Warren Ellis, enfant terrible
También comenta Ellis que su concepción de la colección no varió demasiado desde su propuesta inicial, pues desde un primer momento su intención era la de ahondar en lo insinuado someramente por los creadores del Universo Wildstorm. Pero también recordarle a la gente porqué un género como el superheroico siempre ha atraído a millones de lectores, hasta que la excesiva proliferación de colecciones terminó por diluir lo que antaño hacía tan atractivos a estos personajes.
En su momento se comentó que Warner Brothers Television adquirió una opción sobre una hipotética adaptación televisiva de imagen real basada en Planetary. Preguntado sobre si la ingente cantidad de referencias al mundo del cómic presente en la colección supondría un problema para los espectadores menos familiarizados con el medio, el guionista británico responde en primer lugar que la adquisición de esos derechos no significan que el proyecto termine viendo la luz; posteriormente, aclara que hay numerosísimas referencias que no aluden al mundo del cómic, y si se considerara oportuno, no sería demasiado difícil sustituir esas referencias al noveno arte por otras relativas a otras parcelas de la ficción. De hecho, en su día redactó un tratamiento para una hipotética adaptación cinematográfica, donde centraría las referencias en lo que viene en llamar «ficción rara» (weird fiction), desde Julio Verne a Mary Shelley, pasando por Arthur Conan Doyle, dotando de un gran protagonismo a la trama centrada en El Cuarto Hombre, cargada de mistrio e intriga.
Acerca de las implicaciones de la materialización de Planetary Ellis comenta que implicó «sacar de mi cabeza cinco años de estudio….Nunca fui un gran lector de cómics de superhéroes, de modo que tuve que estudiar a conciencia el género para poder acometer este proyecto. Y ahora tengo la cabeza totalmente llena de todo esto, junto a la certeza de que aquéllo que en su día atrajo a tanta gente hacia este género, se ha perdido por completo».
Acerca del final de Planetary, aunque Ellis no se ha prodigado en la concesión de entrevistas acerca de este tema, los fans del guionista británico pudieron seguir el progreso de los últimos números de la serie a través de la lista de correo Bad Signal, en una serie de mensajes recopilados en esta web. Para muestra, el último mensaje, en el que tira de su particular sentido del humor: “Casi diez años después del mes en el que John Cassaday y yo tuvimos nuestra primera conversación en San Diego acerca de crear una nueva serie: Acabo de terminar y enviar el guión completo de Planetary #27, eñ último número de la colección. Ahora voy a emborracharme y encontrar algo con lo que tener sexo. Estoy solo en casa, así que la chinchilla parece un poco nerviosa. Hecho. Nunca me preguntéis de nuevo acerca de ello. HECHO.”.
John Cassaday, dibujante superdotado
En cuanto a John Cassaday, uno de sus comentarios más interesantes hace referencia a los comienzo de la colección: “Warren y yo intentamos hacer algo para Caliber Comics justo después de una Convención de San Diego. Había hablado con alguno de los tipos de Caliber, que le pasaron una muestra de mi trabajo. Quería trabajar conmigo en una miniserie de seis números titulada Six Steel Hearts, para la cual hice un primer número de unas treinta páginas; pero por aquel entonces comencé a recibir encargos por parte de las grandes editoriales. Warren vio que se me presentaba una gran oportunidad, de modo que la mencionada miniserie no llegó a ver la luz, pero nos encantó trabajar juntos. Estuve hablando con Wildstorm, en donde estaban interesados en que participara en diferentes proyectos. Entonces me enviaron la propuesta de Planetary, ¡y enloquecí!”.
En relación al aumento de los veinticinco números iniciales, Cassaday comentó: “decidimos añadir más números por una mera cuestión de necesidad de espacio para desarrollar todo lo que teníamos en mente. Después de todo el cuidado puesto en la colección, no podíamos apresurarnos”.
En la misma entrevista, inquirido acerca de su implicación en el desarrollo argumental de la colección, el talentoso dibujante afirmó “en la mayoría de las ocasiones, me llegan los guiones bastante desarrollados, y lo cierto es que disfruto enormemente leyendo cada nuevo guión que llega a mis manos…. El proceso es muy diferente de una entrega a otra, pero lo mejor es que no me limito a recrear, sino que reimagino lo escrito por Warren. Gozo de bastante libertad, y suelo necesitar de bastante estudio para estar plenamente convencido de cómo abordar cada episodio”.
Para finalizar, en relación a las quejas de los aficionados por la caótica periodicidad de la colección, afirma “me incomoda en los casos en que no tengo yo la culpa…pero ya sabes… los cómics tienen que escribirse y dibujarse, y no todas las colecciones pueden garantizar una periodicidad mensual”.
Cassaday concedió una entrevista a Newsarama acerca del final de Planetary, en la que comentó la importancia de la serie en el desarrollo de sus habilidades artísticas: “En mi dedicatoria final se podía leer ‘Para Warren Ellis, por hacerme un artista mejor’. Tantos números de la serie supusieron nuevos desafíos… Elementos y estilos que no había dibujado con anterioridad. Había ilustraciones pulp en el #5, hechos con tinta y carboncillo… Nuestra versión de Vertigo en el #7, para la que me sumergí en fotografías y PhotoShop en la realización de la portada. Con el numero de los aborígenes (#15) tuve que estudiar arte aborigen, del que terminé convirtiéndome en fan. Las partes alienígenas del mundo, diferentes eras históricas, estilos y técnicas variadas… Cada entrega me proporcionó la oportunidad de llevar más allá mis conocimientos y habilidades. Espero que se pueda apreciar.”.
La inspiración, motivación y razones últimas que llevaron a Warren Ellis a idear Planetary son cuestiones cuyo análisis debe circunscribirse al campo de las especulaciones, suposiciones y teorizaciones varias, pues tan sólo el barbudo guionista inglés sabe a ciencia cierta qué tenía en mente cuando decidió empuñar la pluma, o tal vez aporrear el teclado de su ordenador, en busca de los primeros párrafos de esta colección. En este sentido, las declaraciones del incansable creador de mundos tan improbables como atractivos pueden resultar esclarecedoras, aunque tomadas siempre con cautela y escepticismo, habida cuenta de su acusada personalidad, caracterizada por un cinismo innato, y un sentido del humor inconfundible, no exento de cierto grado de provocación. Pero la red de redes trae a nuestro alcance dos textos realmente esclarecedores a la hora de comprender en toda su extensión el proceso creativo que derivó en la génesis de Planetary: The Old Bastard Manifesto y Planetary Proposal.
Planetary al completo en España
El Manifiesto del Viejo Bastardo levantó en su día una intensa polvareda, no en vano en dichas líneas Ellis, publicadas en la web especializada en cómics Comic Books Resources, reconocía pública y abiertamente su animadversión por el género superheroico (“francamente, que le jodan a los superhéroes”), motor del cómic norteamericano, pregonando a quien estuviera dispuesto a «escucharle» las poco halagüeñas circunstancias que afectaban a la industria del cómic a principios de esta década, muchas de ellas todavía vigentes. A lo largo de este decálogo, donde saca a relucir su más ácido y socarrón tono, Ellis enuncia muchos de los males que impiden la construcción de un medio adulto, serio y con una esperanza de vida razonable, tales como la publicación masiva de cómics de género superheroico, circunstancia que impide dar salida, o prestar la atención debida a otro tipo de historias y géneros, el paulatino abandono de las tiendas de cómics por parte de los sectores más jóvenes de la población o la sobredimensionada importancia que adquieren los comentarios vertidos por el fandom en Internet, no necesariamente representativos del sentir generalizado de los lectores.
Pero también propone soluciones: la utilización de la novela gráfica, en detrimento de las series regulares, como medio más óptimo para publicar historias en forma de cómic, la incitación a los lectores adultos a hacer caso omiso a prejuicios y estigmatizaciones derivados de concepciones reduccionistas acerca del sector demográfico destinatario de los cómics, la necesidad de que estos mismos lectores reclamen historias acordes con la pluralidad de gustos e intereses inherentes a la condición humana, o la defensa a ultranza de los autores frente a las editoriales, personajes o colecciones, como baremo indicativo de la calidad de los tebeos. Como no podía ser de otro modo, este manifiesto tiene sus defectos y sus virtudes, pero hay que reconocerle a Ellis el mérito de considerarse parte del problema, eso sí, de una forma tan contundente como provocadora. En sus propias palabras: ”I am part of the problem. Fuck you.” Genio y figura hasta la sepultura.
Por otra parte, resulta de lo más interesante y revelador la propuesta original de la serie, probablemente ideada como línea de defensa de su nuevo proyecto frente a los editores de turno. El completísimo documento describe con detalles el planteamiento, las características y los derroteros por los que discurrirá la colección, concebida para analizar el Universo Wildstorm de forma más profunda de lo que hasta entonces se había hecho desde otros títulos de la editorial. La intención era la de dotar a esta parcela del Universo DC de su propia continuidad, empleando para ello como recurso argumental la existencia de una organización internacional dedicada a la investigación de maravillas y misterios a escala planetaria, topándose durante el proceso con serios indicios de teorias conspiratorias, invasiones alienígenas, un mundo superheroico oculto, de reminiscencias clásicas, dioses, templos faraónicos, extrañas naves, fantasmas, guerras frías libradas en la oscuridad… 100 años de Historia inexplorada.
El asombroso mundo de Planetary
Tras leer con cierto detalle la propuesta, saltan a la vista las innatas dotes comerciales de Ellis, pues se antoja casi imposible que el producto expuesto no termine por ver la luz. Pero… ¿Encaja esta propuesta con las máximas enunciadas en El Manifiesto del Viejo Bastardo? En nuestra opinión, no cabe ninguna duda: Planetary pertenece vocacionalmente y por propio derecho al género superheroico, pero abordado desde la más sana intención de recuperar el sentido de la maravilla, el misterio, la diversión, la sorpresa y, por qué no decirlo, la ilusión perdida durante décadas. Sin necesidad de alargar las tramas, sin recurrir a golpes de efecto artificiales, o cruces con otras colecciones. Y contando para ello con los más cualificados profesionales. Precisamente un remedio «frente a», utilizando herramientas que se antojan arcaicas, no por su falta de validez, sino (lamentablemente) por haber caído en el más absoluto de los desusos. Abierto el debate, invito a los lectores de este artículo que acudan a los enlaces que encabezan las líneas precedentes, para extraer sus propias conclusiones. Unas conclusiones que, tal vez, contribuyan a un análisis más enriquecedor de una obra ya de por sí sobresaliente: Planetary.
Una de las más evidentes características de Planetary es el aluvión de referencias a la cultura popular (en sus diversas manifestaciones) que Warren Ellis y John Cassaday plasman en cada entrega de la colección. Moviéndose siempre entre la fina línea que separa el homenaje de la parodia, este equipo creativo propone al lector un inteligente juego de deducción, adivinación y reconocimiento, con la finalidad última de que, sumido en una suerte de placentero dejá vù, colabore en la reinterpretación de algunos de los más grandes personajes de ficción jamás creados, con independencia de que éstos procedan de novelas pulp, cómics, o películas de serie B o ciencia-ficción, trascendiendo la categoría de mero homenaje para convertirse en toda una reivindicación de la cultura “alternativa” del último siglo. Y, de entre la ingente cantidad de información que destilan las páginas de esta serie, siempre abierta a múltiples interpretaciones, destacan las continuas alusiones al noveno arte. Unas veces de forma velada, otras más evidente, Ellis disecciona etapas, periodos, géneros, tendencias, editoriales, y personajes con la precisión propia de un cirujano y el cinismo inherente a quien a estas alturas de su carrera ya está de vuelta de todo. Así, podemos encontrarnos con indisimulados guiños a las revistas pulp publicadas por editoriales como Street and Smith Publications, Condé Nast Publications, o Popular Publications, representadas por versiones ligeramente modificadas de algunas de sus más populares creaciones, como puedan ser Doc Savage o The Shadow.
Superhéroes revisitados
Personajes más convencionales, y que dicho sea de paso han logrado mantener niveles de popularidad más constantes, también tienen una presencia significativa en este cómic, pues no resulta difícil atisbar entre las preciosas páginas ilustradas por John Cassaday, emotivas, irónicas y sarcásticas referencias a las llamadas Edad de Plata y Edad de Oro del cómic norteamericano: especial importancia adquieren las versiones bastardas de supergrupos míticos, como puden ser Los 4 Fantásticos (villanos de la serie), Nick Furia o La Liga de la Justicia, sin olvidarnos de algunos de los más célebres personajes de DC Comics: Superman, Green Lantern y Wonder Woman. Incluso tiene tiempo para dar un soberano repaso a las creaciones de sus afamados compatriotas y colegas generacionales, en un desternillante episodio (Planetary #7) centrado en la explosión de producciones británicas que durante la década de los ochenta inundó el mercado editorial norteamericano bajo el sello Vertigo, de DC Comics: John Constantine, La Cosa del Pantano, Sandman o Spider Jerusalem son algunos de los personajes que se dan cita en esta, la que con toda probabilidad es una de las más brillantes entregas de la colección.
Pero la orgía referencial de Warren Ellis no se circunscribe al mundo del cómic, pues determinadas situaciones planteadas de forma reiterada en el mundo del cine también tienen su reflejo en la serie, no siendo de extrañar que el lector cómplice disfrute con pasajes propios del cine de acción hongkonés, las sempiternas historias de maldiciones, fantasmas y espectros, tan sobreexplotadas en largometrajes de terror y misterio, las cintas de serie B centradas en ataques e invasiones protagonizadas por los más variopintos monstruos y criaturas procedentes de otros mundos, o revolucionarias epopeyas de ciencia-ficción. Tampoco sería extraño toparse con trasuntos de James Bond, Fu Manchu, Tarzán, El Llanero Solitario…¡incluso Neo, protagonista de The Matrix! todo tiene cabida en este delicioso pastiche. También abundan las referencias a la literatura: desde Sherlock Holmes, hasta el Dr. Frankenstein, pasando por Drácula, Tarzán o El Hombre invisible (aquí incluso se percibe un homenaje a The League of Extraordinary Gentlemen, de la línea ABC), Ellis juega a su antojo con las creaciones de Edgar Rice Burroughs, Bram Stoker o Mary Shelley, abordando a estos personajes, pertenecientes al imaginario colectivo, desde ópticas tan sorprendentes como inspiradas.
Tampoco podemos olvidarnos a las alusiones a diversas novelas encuadrables dentro del género de la ciencia-ficción, con mención especial para Arthur C. Clarke (2001: Una odisea espacial, Cita con Rama), ni del protagonismo que cobran algunos personajes históricos, como Thomas Edison, Julio Verne, H.P. Lovecraft o H.G. Wells, involucrados en esa suerte de puzzle gigante viene siendo Planetary. Por último, y para finalizar con los referentes encuadrados dentro de las referencias en otros medios culturales, cabe destacar la alusión a series de televisión como Los límites de la realidad, todas las daikaiju eiga (las películas y series de monstruos grandes como Godzilla, en el número 2) y, más concretamente, Expediente X (en el número 14 a través de la introducción de la frase “La verdad está aquí dentro”), serie que marca argumentalmente la subtrama que aúna toda la serie: ese aire conspiratorio, mitad ciencia ficción y mitad serie de espionaje, con un “nada es lo que parece” que recuerda a algunas de las mejores películas basadas en obras de Philip K. Dick (como Desafío Total o Minority Report).
Literatura, televisión y ciencia se dan la mano
Pero la serie también recoge gran parte del imaginario popular del siglo XX: el área 51, los experimentos nazis y la fuga de los científicos alemanes a EE.UU. tras la guerra, el mito perdido de la Atlántida, la actual hegemonía de macrocorporaciones industriales, los avances científicos y técnicos (el multiverso explicado a través de variaciones cuánticas, las teorías matemáticas de Fischer-Griess), los movimientos New Age (en clave ‘Grant Morrison’ en el número 21)… Todo ello junto con lo anterior se justifica en base a dos niveles de lectura: por una parte, la misión de Planetary es (o parece ser), recoger la historia oculta del mundo, cualquier suceso extraño que acontezca y que la humanidad ignore para ilustrar a futuras generaciones. Y por la otra, la voluntad de Ellis para con la serie es mostrar toda esa historia oculta del siglo XX y amalgamarla de forma bizarra para que tenga cierto sentido. Vemos así que la ficción (la elaboración de crónicas históricas), se mezcla con la realidad (la escritura de un cómic como si fuera una crónica falsa), en un juego que atrapa al lector y lo sumerge en cada número deseando saber más acerca de la subtrama y, al tiempo, queriendo ver el próximo mito revisitado.
La composición de página de Planetary es deudora clara del mejor Jim Steranko y está dedica por completo a dos funciones: satisfacer perfectamente la narratividad y vehiculizar el eclecticismo referencial del tebeo. Con un número de viñetas por página que usualmente suele ser de 4-5, no hay ningún tipo de viñeta que sea preponderante, si bien si podemos decir que todas ellas son cuadrangulares, que no se entregan a experimentos formales y que no se opta por un uso funcional del espacio interviñeta; esto es, que o bien no aparece o bien es un clásico fondo monocromo que enmarca las unidades funcionales del tebeo.
Sin embargo, este análisis es sólo válido cuando hacemos una aproximación muy general. Hemos dicho que Planetary se estructura como una serie de números unitarios (con la notable excepción del #19-20) cada uno de ellos presentando una historia más o menos autoconclusiva, con una subtrama de fondo que se desarrolla paulatinamente. Cada número obedece a su vez a las reglas más clásicas de la narración: planteamiento (se expone el misterio a investigar), nudo (que puede estar destinado a la acción o la explicación del misterio), y desenlace (destinado a la acción o a una serie de conclusiones). El nudo y el desenlace suelen ser alternantes, es decir, si uno desarrolla un pasaje de acción, el otro es el discursivo y viceversa. El planteamiento generalmente se compone de dos tipos de viñetas: panorámicas, de distinta altura, que permiten enmarcar a los personajes junto a extensas líneas de diálogo en sus respectivos bocadillos; y la clásica viñeta cuadrada o muy proporcionada, compartiendo protagonismo con la anterior. A veces tenemos que Ellis, muy juguetón y cinematográfico, da un golpe de efecto rompiendo el esquema con una página de viñeta única, pero siempre con carácter expositivo y no narrativo (muestra sin estar dedicada a acción alguna), con el fin de sorprender al lector.
Planteamiento en cada número de Planetary
El nudo, si está dedicado a la acción, será justo lo contrario: primacía de lo narrativo y espectacular frente a lo expositivo. Las viñetas suelen superponerse entre sí, y sobre una imagen mayor más espectacular; es frecuente que los personajes se salgan de las viñetas, creando ilusiones tridimensionales; segmentación en viñetas verticales; apenas hay líneas de diálogo; zooms sobre acciones muy específicas, etc… Todo ello en pos de una sola palabra: dinamismo. Empero, como veremos más adelante, el nudo también puede usarse con otro tipo de fines. La conclusión vuelve a los esquemas del planteamiento, aunque suele ser más corta y casi siempre finaliza con una viñeta de planos generales, a modo de final soberbio y épico o para potenciar el efecto cliffhanger. Si se dedica a la acción será muy similar al nudo, pero finalizando abruptamente en una página cuyas viñetas nos enseñan a nuestros héroes después de la batalla, descansando y comentando algo al respecto
Nudos y conclusión prototípicos en Planetary
Pero como dijimos al principio, el aspecto formal también busca potenciar la sensación de eclecticismo, de fusión de toda la cultura pulp del siglo XX. Para ello Ellis altera el aspecto del tebeo en algunos números a placer, intentando semejar la estética del mito que se explora en el ejemplar. Así por ejemplo tenemos que las primeras páginas del #3 (dedicadas a la acción en este caso) se componen exclusivamente de viñetas panorámicas en sucesión, refiriendo a las películas hongkonesas (como las que John Woo rodaba con Chow-Yun Fat en su mejor época) que se intentan emular. O las páginas expositivas del #6, cuando empequeñece las viñetas sobre un fondo negro para similar una sesión de briefing de la II Guerra Mundial. O cuando en el #5 elige un formato más propio de la novela ilustrada que del cómic para contar la historia de Doc Brass. O cuando…
Un cómic para reflejar el siglo XX
El dibujo de Cassaday sigue unas reglas similares. Dejando aparte su sentido de la proporción anatómica, su estilo oscila entre un dibujo ligeramente esquemático o de corte neoclásico, basado en la línea de trazo preciso, cuando deben primar la composiciones estáticas o los diálogos; cierta aproximación al realismo cuando quiere captar matices faciales expresivos (elevando el nivel de complejidad del trazo); y un barroquismo muy profuso en detalles cuando se enfatiza la acción o la epicidad (sólo hay que observar las distintas interpretaciones del personaje de Snow un poco más abajo). Esa capacidad de saltar entre estilos según la situación y su dominio de las sombras gradadas y no gradadas, es la que más lo distingue de otros dibujantes como por ejemplo Phil Jimenez (crossover Planetary/Authority), que mantiene siempre en cualquier situación el mismo nivel de detalle.
Variaciones Snow, por John Cassaday
Y para terminar, es preciso hablar del magnífico color de Laura DePuy. En manos de otro profesional el dibujo de Cassaday probablemente habría perdido puntos; sin embargo, el uso de una paleta de colores muy variada y luminosa pero casi siempre usando tintas planas proporciona un aire contemporaneo y actual, desenfadado y algo pop, que resulta el tono idóneo para tratar una serie que revisita todos los mitos del siglo XX y su imaginería pulp. Otro tipo de color más gradado o minucioso probablemente habría redundado en una imagen demasiado hiperrealista y estática que le habría quitado frescura al cómic.
Como se desprende de la propuesta de la serie redactada por Warren Ellis, las portadas de Planetary desempeñan un papel fundamental a la hora de delimitar el tono, estilo y vocación de la misma. En la mayor parte de los casos, las portadas de los cómics pertenecientes a una misma colección tienden a ser uno de sus principales elementos unificadores: mediante la introducción de logotipos y la creación de un estilo propio se busca proporcionar al lector una seña de identificación comercial clara entre la gran cantidad de números de las estanterías, al tiempo que cohesionar una historia serializada desde la fuerza de la estética. Esto está tan asentado entre los creadores, editores y consumidores de cómics que, cuando se quiere romper esta regla, se debe dar algún tipo de explicación conceptual al respecto. El caso de Planetary es claro: la ruptura se justifica en primer lugar por la necesidad de explicitar aún más si cabe que cada número es relativamente unitario respecto al misterio que se investiga y al homenaje que se desea hacer. Pero también se entiende desde la lógica interna de la serie ya que se pretende retratar todo un siglo en imágenes, como si se estableciera un juego metaliterario entre la labor de Elijah Snow en el cómic y el propio cómic. Desde este punto de vista «el cómic Planetary» es en sí mismo una «Guía Planetaria» como las que aparecen en la serie, y lo único que Ellis tendría que hacer para redondear la jugada es firmar los guiones como Elijah Snow. Pero hay otro aspecto importante en la variabilidad de las portadas: la identificación. Vivimos en una época en la que el ser se encuentra indefectiblemente ligado a la imagen que proporcionamos. La imagen, en menor o mayor medida nos define pero, ¿y si nuestra imagen fuera mutable?
Portadas de Planetary #1, #24 y #26, respectivamente
A este respecto es interesante pensar que Planetary hace, como ya hemos repetido hasta la saciedad, homenajes y referencias en cada número y que las portadas son un elemento más en ese juego, pero que eso también le impide tener imagen clara, definida y, sobre todo, propia. ¿Cómo podríamos juzgar pues la serie de Ellis a través de sus portadas, de la imagen que ofrece y de su apariencia? ¿Cuál es la verdadera portada de Planetary? Hay tres que la definen totalmente; que trascienden la referencia: la del número 1, la del número 24, y la del número 26. La primera porque todo número uno sienta las bases de la relación con el lector; porque no se puede jugar sin antes haber sentado las reglas. En la portada del #1 se presentan los tres protagonistas de la historia en una postura calmada, con el logo de Planetary y el «Copo de Nieve» al fondo, encuadrando la serie en el género fantástico y parcialmente superheroico. Sin embargo, hay algo enormemente contemporáneo en esa imagen que la hace ser hija de nuestro tiempo. Esta portada es lo que la serie ofrece. La cubierta del #24 es una guía planetaria; núcleo de la labor del protagonista y punto fundamental en la trama. Esta portada es lo que la serie es. Y para finalizar, la portada del #26, con Snow encajando la última pieza del puzzle de Planetary, indica el final del rompecabezas ejemplificando, en definitiva, lo que la serie desarrolla: un cubo de rubik tan apasionante como retador.
Planetary/Authority (Gobernar el mundo). Guión por Warren Ellis, dibujado por Phil Jimenez, entintado de Andy Lanning y color de Laura DePuy. Cómic bastante flojo en el que se narra la colaboración entre The Authority y Planetary (que se encuentan investigando al supergrupo de WildStorm) a la hora de resolver una amenaza, oponiendo los métodos de fuerza bruta superheroica de los primeros a la opción detectivesca de los segundos (a pesar de que ninguno de los dos llega encontrarse con el otro). Lo más interesante que ofrece para la continuidad son las referencias al encuentro entre Snow y Jenny Sparks, y de Snow con H.P. Lovecraft; y aún así es sólo una mera curiosidad que amplía las ramificaciones de Planetary en la cultura popular. Otro punto a tener en cuenta es que parece diseñado para contentar a todo el mundo en las típicas discusiones de ¿quién es más poderoso (Authority sin duda) o ¿quién es más inteligente? (aquí gana Planetary). Y, para colmo de males, se echa de menos (y mucho) a Cassaday. En definitiva: un material totalmente prescindible.
Planetary/JLA (Terra Occulta).) Con guión de Warren Ellis, dibujo y entintado de Jerry Ordway y color de David Baron, este crossover es quizás el que, de los tres, menos pueda integrarse en la continuidad de la serie. El número es de hecho un what if en el que Planetary toma el lugar que The Four ocupa en la continuidad normal, y que muestra a la JLA (Superman, Batman, Wonder Woman) asumiendo el papel de los primeros. Así, reunidos por Bruce Wayne, los tres héroes clásicos se encontrarán en un número totalmente autoconclusivo para derrotar a un Elijah Snow de aspecto tenebroso y a sus secuaces. Tal vez lo más destacable del cómic sea que, a diferencia de The Four, que retiene la tecnología para mantener al mundo en un atraso tecnológico, Planetary la comercializa a base de patentes, constituyendo un lobby mucho más directo y efectivo a la hora de sojuzgar a la humanidad. El cómic funciona como entretenimiento pero dista mucho de poseer la calidad que tiene la serie madre, tal vez precisamente por la poca extensión que posee para desarrollarse (no me imagino la historia de Planetary en 48 páginas). Nuevamente nos encontramos, pues, ante un producto ninguneable.
Planetary/Batman (Noche en la tierra). El tercero de los crossovers de Planetary tiene un invitado de lujo y un escenario incomparable: Batman y Gotham City. Los miembros de Planetary acuden a Gotham siguiendo la pista de un peculiar asesino, quien al parecer crea campos de distorsión que ocasionan el choque de universos paralelos a pequeña escala. Llegado el encuentro con el criminal perseguido, Elijah, Jakita y The Drummer asisten atónitos a la aparición de diversas versiones de un vigilante enmascarado que responde al nombre de Batman. Partiendo de esta base argumental, Ellis, Cassaday y David Baron (quien sustituye a Laura Martin, colorista habitual de la colección) ofrecen al lector un crossover diferente, divertidísimo y sorprendente, destacando especialmente el sobresaliente trabajo de Cassaday, quien haciendo uso de todo su talento, homenajea a algunos de los más grandes artistas que durante su carrera han dibujado al “Caballero Oscuro”: Neal Adams, Frank Miller, Bob Kane y Bill Finger, dejando espacio para una cómica recreación de la versión de la serie de televisión de mediados de los sesenta, interpretada por Adam West. Un cómic imprescindible, que en su alejamiento de la continuidad de la colección, supuso un delicioso paréntesis, ideal para hacer mucho más llevadera la espera entre un número y otro. El único de los especiales, por tanto, que merece realmente la pena.
David Fernández. Pese al transcurrir de los años, aún recuerdo vívidamente el día en que, casi por casualidad, llegó a mis manos la primera entrega de Planetary. Esperando mi ración mensual de La Patrulla-X, me acerqué a mi kiosco habitual (porque, efectivamente, hubo un tiempo en que los tebeos abundaban en dichos establecimientos), pero los tan frecuentes como frustrantes retrasos de las distibuidoras echaron por tierra mis planes. Sin embargo, no estaba dispuesto a irme de vacío, de modo que centré mis miras en la colección protagonizada por los “arqueólogos de lo imposible”. De su primera entrega, me llamó especialmente la atención el sorprendente grafismo de Cassaday, y el innegable carisma que el mejor Ellis lograba insuflar al trío protagonista. La suerte estaba echada: Planetary contaba con un nuevo incondicional. A partir de ahí, tuve el placer de asistir mes a mes (es un decir…) a un auténtico festival de imaginación, talento, diversión, misterio y emoción, sazonado con alusiones a la cultura popular, tan numerosas como oportunas, sorprendentes e inspiradas. Un cómic como los de antes creado por dos mentes preclaras, dispuestos a reconciliar al lector habitual de cómics con el género superheroico, y obligando al ocasional a replantearse las imágenes preconcebidas y prejuicios que rodean a este medio. Ignoro si “sonará” pretencioso, exagerado, o acaso demasiado entusiasta, pero no tengo la más mínima duda de que, sometido al más minucioso de los exámenes, la calificación que merece Planetary rebasa el sobresaliente, hasta alcanzar la categoría reservada a las obras maestras.
José Torralba. Para el que esto escribe Planetary es, de lejos, lo mejor que ha dado toda la producción de WildStorm hasta el momento, seguida de cerca por las dos temporadas de Sleeper, y a años luz de todo lo demás (sin entrar en molestas comparaciones con la línea ABC). En un momento en el que el género superheroico me tenía ya algo hastiado, en el que todo me parecía lo mismo repetido una y otra vez, esta serie me devolvió la ilusión por el medio proporcionándome lo que deseaba: el tipo de personaje e historia que concordaba con la evolución que, como lector, había experimentado. Ambigüedad moral, referencias culturales muy bien introducidas y una trama que funciona como un reloj de alta precisión. Lo único que me preocupaba era la forma en que Ellis encajaría todas las piezas del puzzle que compone número a número pero, una vez leído el 26 (y el #27 a modo de epílogo) puedo decir que el final ofrece todo lo que se esperaba de este clásico contemporáneo. Los que habitualmente siguen mis reseñas sabrán que nunca pongo estrellas (no porque lo considere una mala práctica ¡ojo! sino porque se me hace difícil establecer una gradación de los cómics que leo en sólo 5 items). Sin embargo, cuando llegó la hora de hacer este post conjunto con David Fernández (que sí gusta de ponerlas), no tuve ningún problema porque si hay una serie que para mi merezca un 10 absoluto (o 5 estrellas), es ésta.
Artículo de la Wikipedia anglosajona y ficha en Comic Book Database. Hoy añadimos también la entrada en Comic Vine de la colección y la ficha correspondiente en la siempre imprescindible Guía del Cómic.
Sin duda, la página definitiva sobre Planetary, con sumarios de cada número, análisis de los personajes, búsqueda de referencias, fondos de escritorio y un largo etcétera. Igualmente interesante resulta esta completa web donde se desglosa cada entrega de la colección, al tiempo que ofrece información acerca de los autores y personajes, así como enlaces a otras webs centradas en la serie.
Un documento de sumo interés: propuesta original de Planetary, elaborada por Warren Ellis en 1997. En apenas cuatro páginas, el guionista británico plantea las líneas maestras de la colección: descripción de la trama, personajes protagonistas, formato, portadas, etc. También muy curiosa resulta esta línea temporal de todos los acontecimientos acaecidos en la serie. Tened mucho cuidado porque, como es lógico, contiene multitud de spoilers.
Reseña de la colección, anteriormente publicada en Zona Negativa, así como una pequeña reflexión a propósito de la finalización en USA de la colección el 7 de octubre de 2009. ¡Ojo que también hay spoilers! De postre, podéis leer los comentarios que se suscitaron a raíz de la publicación original de este artículo en dos partes en mayo de 2007 siguiendo estos enlaces (1 y 2). Pocos pero sin duda jugosos.
Un gran artículo con el que estoy de acuerdo casi al 100%. Nuestra mayor diferencia es que a mí el especial Planetary/JLA me gustó mucho por el toque siniestro que tiene la historia, aunque hay que reconocer que todo pasa muy rápido debido a que es un único número
A mi me parece una absoluta maravilla.
Ellis es un creador de historias enorme, y podríamos decir que «Planetary» está a la altura del resto de sus maravillas como «Transmetropolitan». Bueno, es que de hecho el tipo es mi guionista favorito con diferencia después de Peter Milligan.
Las continuas referencias que tiene a a todo el mundo de la ficción van siempre cojonudamente colocadas en el cómic, además de contribuir a otorgar una consistencia muy peculiar a sus magníficas historias.
Del sello solo podría equipararlo, según mis gustos, a «Astro City» y «Sleeper» que son las dos muy muy buenas. La segunda lo mejor de Brubaker con diferencia, y uno de los mejores series negras que podamos encontrar junto al «100 Balas» de Azzarello.
Si considerásemos ABC como Wildstorm ya si tendríamos más cositas con las que comparar. Ya entramos en cosas de Moore y Moore en American Best Cómics estuvo, como muy poco, absolutamente sobresaliente.
La Liga, Top Ten, Promethea, Tom Strong…
Magnífico artículo como siempre; a los dos.
Tanto esperar el final de la serie, ¿y la edición de Norma tiene pegas? Ya dudaba en comprarlo por sólo 7 números (tengo todos los de Planeta), y este artículo me plantea más dudas aun… Una lástima, esta es una de esas obras que me gustaría tener completa en papel y no en otros «medios alternativos».
¡Muchísimas gracias a todos por comentar!
Tiegel… ése es precisamente el problema que le veo: todo pasa muy deprisa. De hecho si te fijas la historia en sí es la misma que la de Planetary (serie regular) sólo que cambiando roles y en plan precipitado.
Bartholomew… plenamente de acuerdo. De hecho Sleeper es (junto a Promethea en la ABC o Incógnito en ICON) de los pocos cómics que he comentado fuera de Vertigo. Hace años ya; artículos un poco ajados, pero aún aprovechables. En la que no concuerdo tanto es en Astro City: la recordaba con mucho cariño pero el tiempo no le está sentando bien.
Nachucky, la edición de Norma tiene efectivamente sus pegas. Me sorprende porque es una editorial cuyas ediciones me suelen gustar mucho, pero creo que aquí se han precipitado. Con todo, reproducción y traducción son más que decentes, y la compra a mí me ha merecido la pena (algunos números son un poco durillos en inglés por la jerga técnica… aún recuerdo lo que me costó leer Death Machine Telemetry). Eso sí: hay que saber lo que se va a comprar.
Que pedazo de artículo, eres un crack.
Otra gran serie que me falta por leer, habrá que remediarlo.
Jjajjajaj ¡gracias! No obstante en este caso lo hemos firmado a pachas David Fernández y yo, así que el mérito o demérito es tan suyo como mío. ¡Un saludo!
Perdazo de articulo (como siempre) para una pedazo de serie. Una pregunta:
«se le suma la introduccion de páginas de relleno a mitad de los cómics USA con vistas a hacer coincidir las dobles splash-pages (insólito e inaudito) »
¿Como solucionaron ese problema en los tomos USA?
Me estás asustando con la crítica a la edición de Norma. En el comentario que hicieron en el blog de Norma, hablaban de que tendrían todos los extras de la edición Absolute americana y una introducción de Josh Whedon. Si resulta que comentas que apenas hay extras y que la introducción es la misma que en el primer tomo… ¡¡pues vaya castaña!! Y lo de las páginas dobles, ¿no hay alguna forma de hacerlo de otra forma? Si hay una página doble, solo una por número, se pone después de la portada una página extra y ya está. Pero si hay 2 páginas dobles y no están en orden, ¿cómo se hace si en el original americano había páginas de publicidad que permitían cuadrar dichas páginas?
En cuanto a la precipitación, me parece que no es para tanto, que todo el material, salvo el último número, lo tenían disponible desde hace años. Podían tener todo listo a falta del número 27 y creo que se publicó en junio. O sea, creo que han tenido tiempo más que de sobra.
Para mí esta serie es excepcional, excelente. Este último verano me releí el primer tomo de Norma y entendí más cosas que en mi primera y segunda lecturas. No paro de descubrir cosas nuevas que pasé por alto anteriormente. Una delicia. Ahora me la volveré a leer antes de atacar el segundo tomo.
Promethea es otra serie «similar» a Planetary, bajo mi punto de vista. Un guión complejo y elaborado y un despliegue visual maravilloso. Cassaday y J.H. Williams III son 2 de mis dibujantes favoritos. Sleeper también me gusta, pero más a nivel de guión que por el dibujo. Phillips me parece demasiado simplón, efectivo, pero sencillo.
¡Qué ganas tengo de hincarle el diente a Planetary! Saludos a todos.
Ok pues David también es un crack jeje
Estos artículos es que me encantan y te animan a hacerte con el tebeo en cuestión.
Bueno pues gracias a vuestros articulos ya tengo hecha mi lista de la compra (acabo de empezar con Vertigo). Me gustaria saber si alguno cambiaria el orden:
1- Predicador (no se si comprar los 3 tochales o dejar fuera los especiales y leer los mas importantes por internet)
2-Sandman (tochales)
3-Planetary
4- Y el ultimo hombre (cuando salgan los tochales)
5- 100 Balas
6- Transmetropolitan (cuando salgan los tochales)
7- The unwritten (segun como la pongais una vez terminada)
8- The Losers
9- Los Invisibles
Y me atrae The Boys (no se si esperar a que salgan los tochales, comprar los tochales americanos o ir intercanlandola y comprar la edicion actual española) o algo de The Authority, pero no se donde meterlo. Y por ejemplo si voy a comprar algo de la lista y no esta, paso al siguiente y lo dejo pendiente hasta el siguiente ahorro de pasta. Y Sandman que son varios tochos, lo iria intercalando entre las demas compras. Y tened en cuenta que aparte de esto compro otras cosas (libros, Muertos Vivientes, Fabulas, Invencible, tochos de supes…) asi que mi capacidad de gasto es limitada (asi que ire comprando lo de la lista poco a poco, por eso me interesa que me digais que es lo mejor o algo que añadiriais)
Gracias y un saludo.
Rodrigo, en los tomos USA no lo sé porque no los tengo, pero en general se hace como dice nachof… pones una página de relleno o de créditos DETRÁS de la portada (es decir, al principio del número correspondiente) para ajustarlo y santas pascuas. Es un problema si tienes más de una doble splash-page y varias páginas de publicidad, pero no es el caso. En la edición de Norma, por ejemplo, aparece la portada del #26 a la derecha, el cómic empieza por detrás y a la mitad del número hay una página de relleno para una sola splash-page. Resulta muy llamativo.
No obstante, es un detalle… tampoco hay que llevarse las manos a la cabeza. Pero sí señalarlo. Respecto a los extras… el artículo de Whedon repe, portadas originales, un quién es quién (bastante currado), un pequeño texto de Laura Martin y un par de bios pequeñas. Echo en falta un artículo sobre el periplo editorial de la colección (es un cómic cuya intrahistoria es tan interesante como su historia) y quizás algún que otro guión. El del #27, por ejemplo, lleva mucho tiempo colgado por Ellis en la web.
Acabo de leerme el último volúmen de Planetary y lo he flipado en colores. Cuanta cantidad y cuanta calidad. Hacía muchísimo tiempo que no me leía un tocho del tirón. No podía parar de leer, no podía parar de alucinar con esos dibujos. Ellis y Cassaday han hecho una auténtica obra maestra.
Desde luego, si es como tú lo dices, José, es para colgar a los de Norma por los pulgares con una esponja en la boca (se me ha quedado grabada la imagen en Superlópez: el señor de los chupetes) ¡¡Hay que ser torpes, torpes para no poner la página de relleno, con créditos o un dibujo a toda página o el menú del restaurante de al lado de la editorial, en lugar de ponerla luego enmedio del cómic!! ¡¡Joer, qué chapuzas!!
Jope, Juanen. Tienes hecho un plan de ahorro, ¿no? Menuda pasta te vas a gastar y menuda sobredosis Vertiginosa te vas a meter en vena. Los perdedores, pues para el final está bien, pero hay otras cosas que yo pondría antes: Sleeper, Criminal, Promethea, Top Ten, The Authority incluso. Personalmente, nunca he podido con Transmetropolitan. No he podido pasar de los 2 primeros números. Me compré el mini prestigio de Planeta con los 2 primeros y ni fú, ni fá. No me dijo nada de nada. Sandman y Planetary, imprescindibles.
Juanen… ahí iría me apuesta…
1. Sandman (tochales).
2. Planetary (no es Vertigo).
3. Point Blank + Sleeper (no es Vertigo).
4. Los Invisibles.
5. La cosa del pantano (cuando salgan los tochales – enero 2011).
6. 100 Balas (cuando salgan los tochales – 2011).
7. Transmetropolitan (cuando salgan los tochales – ¿?).
8. Predicador (tochales).
9. Y el último hombre (cuando salgan los tochales –finales de 2011).
10. Otras cosas como Blanco Humano (cuando salga en integral), Skreemer, Kid Eternity, El Asco y demás.
11. ¿The Losers? Entretenida pero no imprescindible. ¿The Unwritten? Por ahora no. Y le falta muchísimo para terminar (años, varios).
Por lo demás, no te recomiendo The Boys y de The Authority te recomendaría el primer tomo, el de Ellis. Es bastante autoconclusivo. El de Millar está bien, pero baja un poco el ritmo. Y a partir de ahí claramente no. No es Vertigo tampoco, ojo. Como tampoco lo son Top Ten, Promethea, The League of Extraordinary Gentlemen, etc. Y también te los recomiendo.
Juanen esa lista esta muy bien, pero yo cambiaría algunas cosillas. Sobreentiendo que estas buscando colecciones de corte adulto y con un guion complejo.
Como ya te han dicho por ahí «Los Perdedores» es muy prescindible, y más aún teniendo en cuenta que no has leído demasiado de este tipo de comics, teniendo a tu disposición maravillas de un tamaño enorme.
Como estamos con Vertigo yo te diría que el Swampy de Moore es absolutamente imprescindible, es mi cómic favorito y uno de los ejes vertebradores de Vertigo como sello en sí. Lo de Moore aquí es para correrse, mucho mejor que cualquier otra cosa que haya hecho él o cualquier otro guionista. Simplemente está a otro nivel.
Después; «Los Invisibles» están muy bien sí, pero no es lo mejor de Morrison. A mi me encanta Morrison y esta serie me vuelce loco, pero puestos a elegir una, creo que «Animal Man» es lo mejor que ha hecho Morrison de largo. No es la que más me gusta, pero es una maravilla impresionante.
Y ahora la obra que más me gusta: su «Doom Patrol». Los superhéroes no suelen gustarme pero esto es la pera, bocatto di cardinale como quien dice. No vas a encontrar un grupo de superhéroes más estrafalario, gracioso, loco, desternillnate y bizarro en tu vida. Es uno de mis cómics favoritos y hay que tenerlo.
Échale un ojo también a «Libros de la Magia» de Gaiman, es un must have en toda regla. Para mi es posiblemente la mejor miniserie del sello, ahí ahí con Skreemer.
Y qué decir de «Shade el Hombre Cambiante» de Milligan, uno de mis cómics favoritos. Es algo extraño pero si te gusta el primer número échate de cabeza a por él. Es una obra impresionante,
Y las etapas de Hellblazer buenas molan mucho. Mucho mucho.
Si me pongo a recomendar cómics no acabo, así que basta ya.
Curiosamente ayer mismo pregunta en mi librería habitual sobre «Planetary» al ver el tomo nuevo en la estantería… ¡Parece que me hayáis leído el pensamiento!
Gracias a vuestro texto me han desaparecido las pocas «dudas» que tenía para hacerme con esta serie. Un artículo impresionante que tendré que leer con mayor detenimiento (ahora mismo no he tenido tiempo nada más que para leerlo en vertical y maravillarme… XD).
Lo dicho, gracias.
Nos leemos.
l etengo muchas ganas a esta serie. Pero no me aclaro con lo de la edicio´n. Vale la pena comprar la edición de norma? (espero k si ya tenia su lugar en la lista para navidades…)
Diego, ¡muchas gracias, compañero! Ya nos dirás si te gusta cuando lo leas.
Madboy, Sí, sí que vale la pena. Vaya, el tebeo se lee bien, no tiene errores (que hayamos detectado) y demás. Simplemente queríamos señalar que la edición dista de ser perfecta y dista también del acabado del primer número. Se podrían haber cuidado más ciertos detalles… pero no hay nada que te impida disfrutar de esta obra maestra.
Wala. El artículo es de los mejores que he visto en esta web, y eso es mucho. Grandes, que sois unos grandes.
Y sobre Planetary… ¿qué voy a decir que no se haya dicho? ¡Planetary es cojonuda!
OK lo tendre en cuenta. Gracias!
aaa q puedo decir, me algraste el dia, sinólas ganas de releerlo XDDDDD
una de mis series favoritas, y warren ellis, mi escritor favorito, y no puedo pedir más, dibujos hermosos, viñetas y colores geniales..
lo genial sería que hisieran una serie animada, o a lo menos una trilogia en pelis ( bien hechas porfavor ), soñar es gratis XDDD
concuerdo con todo lo escrito, muy buen post y toda info relacionada 😀
saludos
Mi top-ten sería el siguiente, más o menos, y teniendo en cuenta que el chico ha dicho que acaba de empezar con Vertigo:
1- Sandman, sin lugar a dudas
2- Planetary (editado por Wildstorm, pero para mi una serie tan Vertigo como la que más)
3- Swamp Thing de Moore
4- Animal Man de Morrison
5- V de Vendeta (tomo único)
6- Watchmen (tomo único)
7- Los Invisibles y El Asco, las dos de Morrison y una el reverso de la otra
8- Blanco Humano
9- Sleeper (otra de Wildstorm pero también equiparable al espiritu de Vertigo)
10- Transmetropolitan
11- Fábulas
12- Y – el último hombre
Luego ya fuera de Vertigo (e infiltradas), si te gusta ese estilo te recomendaría cosas como Las aventuras de Luther Arkwright y El corazón del Imperio (de Bryan Talbot), La liga de los Caballeros Extraordinatios, Top-Ten y Promethea de Alan Moore en ABC.
Tirando ya más a la parte de SH’s, yo si que te recomendaría el Stormwatch de Ellis (4 tomos) previo a The Authority, igual que la etapa de Millar en la serie y la mini de Jenny Sparks, el X-Force/X-Statix de Milligan, el Nextwave de Ellis y los New X-Men de Morrison en Marvel o el All-Star Superman de Morrison en DC.
Off-topic, José,
¿picaste al final con los tomos de NXM? Si es así, dime que te están pareciendo :-)
Gracias a todos por los comentarios. Un placer currar con José, como siempre.
Y en mi «lista Vertigo» particular incluiría una obra que nadie ha mencionado, que no por resultar atípica y estar relacionada con el Universo DC, deja de ser un tebeazo: Es un pájaro…, de Steven T. Seagle y Teddy Kristiansen.
Un saludo!
Phantomas, no sé qué dirá José acerca del spoiler, pero son tebeazos. T-E-B-E-A-Z-O-S!!!! 😀
UFFFF Phantomas, me vas a colgar pero todavía no 🙁
Meses demenciales… The Sandman, Planetary, Daytripper, Asterios Polyp (no lo compres), Rasl, Deadenders, las colecciones regulares, varios libros (el nuevo de Eduardo Mendoza, el nuevo de Eco…), el box set de Perdidos, la quinta temporada de The Wire, entrada de balcón para El oro del Rin… Más ir al cine, salir y demás. Y después las Navidades. ¡El horror! No he querido comprarlo porque me conozco y como me enganche voy a seguir p’alante. Pero cuando pase todo lo que viene, palabra que te hago caso.
Y más ahora, que a tu recomendación se suma la de David. Por cierto, sobra decirlo pero un placer currar con él, aunque sea en la actualización de un artículo (a su costa o casi en nuevos contenidos –declaraciones, ampliación de las bios–, yo más en el apartado de maquetación y fusión de lo textos originales y en el comentario a la edición patria) y no en la gestación de uno totalmente nuevo.
David, si yo opino lo mismo que tú, en especial los que son con Quitely a los dibujos… Es por eso que estoy tratando de que José se los lea 😛
Uff, ¿has ido antes a alguna de Wagner? Yo probé con Tristán e Isolda hace ya unos años y se me hizo muy duro. Nada que ver con los Puccini, Verdi, Rossini…
¿Asterios Polyp mal?
¿¿Asterios Polyp mal??
Lo presupuse, Phantomas 😉 Una pena que no se encargara de todos los números Quitely… (aunque también me reconozco fan de Bachalo).
Asterios Polyp, formalmente MUY interesante (creo que justifica su lectura, solo por este aspecto), aunque argumentalmente muy decepcionante, e incluso por momentos, demasiado pedante y pretenciosa para mi gusto.
Siempre preferiré al Mazzucchelli de Año Uno y Born Again, pero ojo: también disfruto muchísimo de su versión más alternativa (Rubber Blanket, Ciudad de Cristal). No ha sido el caso, aunque determinados pasajes, determinadas secuencias, resulten bastante interesantes.
Un saludo!
Rasl creo que Astiberri esta guardandola para el salón de Getxo, vamos, que planean editarla ya.
Yo ya he visto algo…
Pues la verdad es que muchas de mis obras favoritas son de sellos independientes, véase los ejemplos de Cerebus y Bone, dos de mis obras favoritas y bajo sellos prácticamente inexistentes a excepcion de las mismas.
Y eso sin olvidarme de Image (el sello que más alegrías me lleva dando los últimos años con diferencia); que sus series abiertas como Madman, Jack Staff, Powers, Chew o Proof son las que mejores momentos me dan con cada nuevo numero.
Y aunque de capa caida, no debemos olvidarnos que Dark Horse. Especialmente por que Usago Yojimbo sigue ahi (una de mis series favoritas) y Grendel todavia sigue dando guerra.
Yo de Dark Horse, como serie abierta, sigo esperando a que Hellboy me vuelva a contar algo y atento a AIDP. Por lo demás la tengo muy olvidada. Y ya que sacamos lo de Madman… peña de Norma, ¿a quién tengo que matar para que continúeis los tomos esos tan bonicos? ¿Porfa?
» si te gusta ese estilo te recomendaría cosas como Las aventuras de Luther Arkwright y El corazón del Imperio»
¡Qué dos cómics tan buenos! Ya sería la guinda del pastel que los editaran (otra vez, con lo cual habrá que encender muchas velas) por estos lares.
Phantomas… me vi La Valquiria y me encantó. Ésta también me ha encantado. Parsifal, sin embargo, la aborrecí. ¡Menudo coñazo! No obstante Wagner es mi favorito junto con el Puccini más exótico (el de Turandot), ambos ligeramente por encima de Verdi.
Respecto a Asterios… estéticamente es una auténtica pasada, no tanto por la experimentación (que apenas hay) sino por la depuración técnica y el virtuosismo. Además al contrario que Ware no cae en ese excesivo formalismo que acaba por restar potencia dramática, emocional (que no sensitiva), a la obra, sino que vehiculiza la trama de una forma muy suelta, sumando a los acontecimientos en lugar de competir con ellos. Pero el problema está precisamente en que el subtexto del trabajo de Mazzucchelli es muy pobre: no sólo propone dilemas filosóficos pretenciosos por superficiales y metidos con calzador sino que la historia que cuenta es una más de tantas y está muy agotada, por trillada. Lo único que queda pues es la sempiterna búsqueda de la felicidad por parte de un señor maduro contada, eso sí, con unos medios apabullantes.
Bartholomew, a mí Image no me disgusta –de hecho, vamos a hablarlo claro… es la única competidora de Vertigo y últimamente parece que va a superarla a base de buenos contratos para autores– pero todavía no he visto nada potente en sus cómics, Muertos vivientes aparte. Son tebeos muy entretenidos, en ocasiones muy frescos pero… les falta un «no sé qué». Por cierto, que Powers está ya en Icon. Aparte… ¿has leído The Sword? ¿Y Turf?
Ahhhhh Las aventuras de Luther Arwright y El corazón del imperio… ¡qué delicia de tebeos! La primera la perdí para siempre una vez pero pude volver a comprarla el año pasado, y por la segunda (¡qué edición, señores!) pagué una buena suma en las navidades del año pasado. Mereció la pena. Las tengo como dos joyas en la estantería.
Ah… y Madman creo que lo publica Planeta ahora. Y creo que no van a sacar el tercer tomo por las bajas ventas 🙁
Sputnik, los dos tomos están editados por Planeta. Me hablas de la trilogía de TPB’s que recopilan historias diversas, no?
Es un calco de la versión yanki, te lo digo para que sepas que podrías acabar los tomos (te falta el 3º) comprando la versión anglosajona, que es igual a la española. La verdad es que son realmente interesantes, y salvo algo del primer TPB, que recopila la aventura inicial de Frank Einstein cuando Allred no tenía todavía pensado que hacer con la serie, los tomos molan mucho.
José, dejé de seguir The Sword por que no me gustaba demasiado. Demasiado claustrofobico todo.
En cuanto a Turf pues eso, no me disgusta. Se puede leer y si te mola de primeras esa mezcla de el mezcla de El Padrino y Star Wars te puede molar. No me suele gustar la temática esta de cyberpunk, y claro, como tampoco me va nada este rollo ni de los aliens ni de drácula pues sin más. No la compro yo, un amigo me los pasa cuando acaba de leerlos, así que a caballo regalado no le mires el diente.
Lo que me pasa es que ya no me queda nada de Vertigo por leer, y los clásicos más famosetes de Image, Dark Horse, Wildstorm, ABC y demás sellos independientes que me faltan por leer se pueden contar con los dedos de las manos.
Ahora lo que queda es ir tirando con las cositas interesantes de las que te vas enterando, últimamento incluso recurro a leer manga. Y además tenemos en España Rasl de Smith a punto de escopeta en breves, así que junto a las cositas que van saliendo de Grendel, Usagi, Madman, Fabulas, Scalped y Northlanders voy tirando con las series abiertas de Image.
Un saludo y esperemos que algún tipo como Morrison, Milligan o Ellis nos brinde alguna genialidad, aunque sea aislada.
Joe The Barbarian no es una genialidad absoluta pero es un tebeo estupendo. El año que viene cae por aquí, creo.
No entiendo por que se comenta en el artículo que la edición del tomo 2 de norma es deficiente…acaso la edición americana llevaba algún extra que esta no tenga?
Juanen…yo te recomiendo
– Planetary
– Criminal
– 100 Balas
– Predicador los dos primeros
– Blanco Humano
Totalmente de acuerdo con el que te dijo arriba que The Authority sólo el primer tomo, el de Ellis. Es bastante autoconclusivo. El de Millar está bien, pero baja un poco el ritmo. Y a partir de ahí claramente no. y tb The Losers Entretenida pero no imprescindible.
Mi lista vertigo, depurando mucho
1. La cosa del pantano
2. Sandman
3. Predicador
Por cierto, si no le habéis echado una mirada a la novela de Warren Ellis, «Camino tortuoso», hacedlo porque es cojonuda. Ellis totalmente desbocado, un puro cachondeo de lo más insano.
>> No entiendo por que se comenta en el artículo que la edición del tomo 2 de norma es deficiente…acaso la edición americana llevaba algún extra que esta no tenga?
Que sepamos, no. Pero había mucho material que se podría haber incluido, aunque eso sea más una carencia que un defecto. Lo que sí deja mala impresión es la repetición del artículo, la no inclusión de un desplegable para la portada del #27 (algo que se hizo en Promethea, por ejemplo) y lo de colocar las páginas de relleno a mitad de los números USA en lugar de al principio de cada capítulo.
Buff, otro tocho. Este Diciembre, nada más con Sandman, Planetary y Deadenders se me va el presupuesto. ¡Y aún tengo pendiente el cofre de Adolfo! :S
Yo he sabido de su existencia hace unos días y estaba pensando en darle una oportunidad; después de vuestro excelente artículo ya no me lo pienso más 🙂
Saludetes!
Planetary es pura diversión. Me dió pena que terminase, pero casi mejor eso que no que alarguen el argumento porque sí y al final acabe cansando, como les ha pasado a tantas otras series. Yo me pillé en pitinglis los dos tomos Absolute cuando salieron en los USA, pero al final me pudo mi vena friki y también tengo los tres tochos de Norma. El último me lo traje a casa ayer mismo y no me he fijado en lo que comentáis de las páginas de relleno… Aunque así por encima me pareció que sí incluía los extras (o una parte, al menos) que trae el Absolute americano. Tengo que comprobarlo.
Hola a todos y felicidades por el artículo, completamente de acuerdo con las 5 estrellas que le habéis dado. Yo soy un coleccionista de originales de cómic (afición muy adictiva y cara, así que no os la recomiendo) y empecé mi colección precisamente con una página de Planetary de John Cassaday. Hoy tengo 4 originales de Planetary y otros 4 de Astonishing X-men (entre otras cosas de Cassaday) y desde el día en que cayó en mis manos el primer número de Planetary no he dejado de seguir a los autores. De Warren Ellis me gusta casi todo lo que ha hecho, pero mis favoritas a parte de Planetary son Transmetropolitan (que a pesar de que empieza muy mal la cosa mejora de forma exponencial), Desolation Jones, Fell, Authority y Ocean. A Ellis lo considero el mejor escritor de ciencia ficción que existe ahora mismo, muy por encima del resto y al mismo nivel que los 3 grandes: Alan Moore, Neil Gaiman, y Miller. Un placer leer estos artículos, felicidades.
PUes nada, habrá que hacerse. Respecto al compañero que quiere pillarse tanta colección le sugeriría que empezase por series ligeras, porque si se mete en temática Sandman, Lucifer, Invisibles puede que le de un jamacuco si viene del mundo pijamero/superheróico.
Yo empezaba por Predicado que te ríes bastante de las burradas de Ennis.
Siempre es un placer leer un artículo tuyo José, y más si estoy de acuerdo al 100% con él, Planetary me gusta, es brillante, nostálgico…y mil cosas más.
Leída Northlanders, no comparto tu pasión por ella, pero ahora no viene al cuento.
Y cuidadín con lo que dices del Asterios…estás diciendo que uno de los comics de referencia, de los elegidos para que el comic trascienda como tal a un nivel superior, en el fondo es simplote y trillado, y aunque me temo que estoy de acuerdo contigo de nuevo, vigila tus espaldas, que los gafapastas están últimamente convirtiéndose en gafafrikis talibán.
Un placer como siempre
XXL, apuntada queda… ¡muchas gracias!
Clavos, que te sea leve con las compras. Estos meses desde luego van a ser mortales.
Señor Perro, no creo que se arrepienta 😉
Blade Runner… la verdad es que nos sería de mucha ayuda que pudieras verificar lo de los extras, así como el tratamiento de las dobles splash-pages en el absolute USA. ¡Gracias de antemano!
Carlos… muchísimas gracias. Además, coincido de pleno: para la ciencia ficción nadie como el Sr. Ellis. Moore se va a otros palos cuando la toca, Gaiman es de gustos más fantásticos y Miller va a lo suyo dependiendo de lo que toque (aunque siempre con los mismos ejes conceptuales, entre ellos el fatalismo y la épica). Lo dicho, muchas gracias.
Conan jajajajaj nosotros recomendamos lo mejor. Presuponemos que la capacidad de asimilación ya depende de cada uno. Aunque sí, Predicador es un tebeo que cuando lo lees mola y ya, pero del que con el tiempo guardas un grato recuerdo. Está claro que Ennis lo que mejor maneja es la constitución de personajes perdurables.
Dicker, muchísimas gracias como siempre. Respecto al artículo, lo dicho: tan mío como de David Fernández. Respecto a Northlanders, no te creas. Yo he de reconocer que tanto el primer arco –aventuras como las de toda la vida bien contadas y con un buen ritmo– como la historia corta que le sobrevino –Lindisfarne, recopilada en el tercer tomo– me encantaron. Pero a medida que he seguido leyendo tanto Northlanders como DMZ me he dado cuenta de que Brian Wood es un guionista al que le falta un hervor: tiene ideas muy buenas y está claro que tiene algo que decir, pero no sabe cómo hacerlo y aún necesita pulir la construcción de personajes y sus triangulaciones. Vaya, que Northlanders la veo desinflándose y DMZ mal rematada (diré en mi defensa que es algo que sólo podía saber una vez avanzadas las colecciones)… todo lo contrario que esa bestia parda que es Aaron en Scalped.
Respecto a Asterios, le pasa justo lo contrario: Mazzucchelli sabe muy bien cómo contar –formalmente– las cosas hasta el punto del asombro, pero diríase que no tiene mucho interesante que contar, y trata de epatar a base de un culteranismo mal entendido para compensarlo. Asterios es toda una experiencia estética y una lección magistral en el apartado técnico pero lo cierto es que si algo le falta es un buen guionista (o debería decir argumentista). Y, ni que decir tiene, me importa un pimiento que alguien se cabree si no le gusta mi opinión porque creo que está fundamentada. Gafafrikis talibanes aka «la novela gráfica es lo más mejor» incluidos. Y sí: como siempre, un placer.
El trato de Ellis para con la ciencia ficción es excelente sí, pero en mi opinión hay (y hubo antes que él) autores bastante más interesantes. El bueno de Warren es todo un coloso, pero brilla por obras en muchos generos, sin tener uno que especialmente me haga decantarme por el como autor de ciencia ficcion definitivo.
En realidad, si quitamos «Transmetropolitan» (una de mis colecciones favoritas, ojo) el merito de Ellis en este genero es comparable al de muchos otros. ¿Con siderais Planetary como ciencia ficcion? -Es que yo lo clasificaría dentro de un género más amplio; con La Liga o Hellblazer, por ejemplo.
Ya que estoy con Moore, a mi me parece muy superior a Ellis en todo, y especialmente en la ciencia ficción. Promethea, Top Ten (50% superhéroe 50% ficción), Tom Strong , La Liga , V de Vendetta y otras más son series fenomenales, algunas gustarán menos que otras, pero que vamos, que a mi, Moore, sin gustarme especialmente demasiado (que nadie me mate), me da que es uno de los autores mas profilicos y excepcionales del género.
Y despues tenemos a autores pintorescos y también algo tocados del ala como Howard Chaykin, uno de mis favoritos, y sin duda, de los mejores si hablamos de este género. Solamente con «American Flagg!» ya se sitúa, mínimo, entre la élite de la élite. El cómic es una maravilla absoluta, y si además te mola el género, es el acabose.
Y por si queda alguna duda, el tío va y te saca «Black Kiss» ala, por si alguien decía algo sobre el tipo.
O tampoco debemos olvidarnos de Dean Motter. Por cierto, sabéis si Dean Motter está muerto o algo? – No se nada de este tío desde hace por lo menos diez años o así; una pena.
Es una pena por que si te pones a leer su sobresaliente «Mister X» te das cuenta de quien es quien crea los pilares del género ya en los 80′. Es tan bueno el cómic que en la recopilación yanki de hace pocos años (que por cierto tengo) Ellis hace una introducción donde plasma su admiración sobre el autor y la obra y dejando bien claro de donde salió Trannsmetropolitan.
Y después también, es Dean Motter el genial guionista de «Terminal City», miniserie de Vertigo a un grandísimo nivel y una de mis miniseries favoritas. Por cierto, para los curiosos deciros que en Electropolis, Motter resucita al personaje y le da algo de protagonismo.
Un saludo.
Respecto a Las aventuras de Luther Arkwright, existe alguna edición que este bien en España??
Yo Planetary lo considero ciencia ficción plenamente, al igual que Authority, Transmetropolitan, Orbiter, Global Frequency… desnaturaliza tanto al superhéroe cuando lo introduce en estas obras –quizás donde sea más patente lo superheroico sea en Authority– que prácticamente lo transforma en ciencia ficción. De hecho no me gusta hablar de superhéroes cuando comento tebeos de Ellis sino de superhumanos (de la misma forma que lo hago en el Sleeper de Bru). No obstante, estoy de acuerdo en que esto es un juicio un tanto personal.
Respecto a Moore… es mucho mejor guionista que Ellis, naturalmente. Pero V de Vendetta por su aproximación a lo distópico y la casi nula –menos Destino– presencia de elementos característicos de la ciencia ficción, me resisto a considerarla como tal (es de ambientación futurista, sí, pero ¿es de ciencia ficción?). Promethea la adscribo al fantástico, y Top Ten y demás sí son ciencia ficción pero creo que están un peldaño por debajo de las obras de Ellis en el género. Chaykin es un grande, pero cuando has leído cosas como American Century o Bite Club te das cuenta de que puede ser capaz de lo mejor y de lo peor. A Motter –que no está muerto xD– lo dejo en notable… tiene grandísimas ideas pero no le sabe sacar tanto jugo, y tiene altibajos (Aerial Grafitti queda muy por debajo de la original). Aunque sí, su Mister X es un pedazo de cómic.
En realidad si tuviera que decir dos tipos que me apasionan cuando han tocado la ciencia ficción son Morrison (Los Invisibles y El Asco son ciencia ficción pura y dura) y como apuntábamos más arriba Bryan Talbot. Las aventuras de Luther Arkwright y El corazón del imperio me parecen dos obras del copón.
Madboy, la editó en su momento Recerca en tres tomos bastante majos, con una reproducción algo mejorable, pero muy majos. ¿Problema? Están descatalogados y no son nada fáciles de encontrar. En librerías especializadas prácticamente olvídate a menos que tengan un buen fondo, pero de segunda mano a veces salen paquetes en muy buen estado… Eso sí, un pequeño consejo: compra sólo cuando tengas localizados los tres tomos; ni se te ocurra de uno en uno porque o la dejarás colgada o acabarás teniendo algún número repetido.
A El corazón del imperio, su secuela, menos compleja pero fresquísima y cojonuda, se le aplican las mismas reglas. Tres tomos descatalogados de Astiberri que son, esta vez sí, una delicia editorial repleta de extras y magníficos textos de apoyo. Una joyita.
A ver si alguien se anima y los trae de nuevo. Me llegaron hace tiempo prometedoras noticias de que una editorial bastante potente (y que edita fenomenalmente bien) estaba interesada, pero creo que se lo están pensando mucho.
Y Doom Patrol!
Es practicamente mi serie favorita y si hablamos de «desnaturalizar» el genero superheroico Morrison se lleva la palma con «Doom Patrol». Lo hace mejor que Ellisk, que Allred, que…
Doom Patrol, es para mi, y de verdad lo digo, la bizarrada mas cojonuda de la ciencia ficcion.
Y Crazy Jane uno de los mejores personajes de la historia.
Ala, con dos pares.
Gracias de nuevo José! Haber si pudeo pillarmelos en el salón del comic de Barcelona, que ahí hay de todo…
Joder, pedazo de artículo, felicidades Jose y David! Tengo que pillarme el segundo tomo, me lo leí en inglés pero merece la pena tenerlo. No he podido ir todavía, pero cae seguro, es una pedazo de serie con dos grandes autores. Eso sí, el último número me pareció anticlimático…
Ufff, Bartholomew… algún día teníamos que disentir: la Doom Patrol es un tebeazo, sí, pero me puede. Demasiado lisérgico para mi gusto. Morrison lo hace tan bien que a mi gusto se pasa y termina por saturarme.
De nada, Madboy… ¡a ver si hay suerte!
Muuuuchas gracias, Jack. Respecto al último ¿te refieres al #26 o al #27? Si es al primero, hay mucha gente a la que le ha pasado, pero…
Tiendo a ver Planetary como una partida de ajedrez y no me molesta que acaben de esa forma con Dowling y Süskind. Es como un jaque mate: largamente gestado, muy pensado, inesperado y desapasionado pero definitivo. De un solo golpe. A lo mejor hubieras preferido un duelo intelectual –o físico– de última hora, pero a mí me gustó mucho la forma tan atípica de resolverlo
Si te referías al #27 entonces sí que disiento de forma más profunda: es un buen epílogo y simplemente eso. Atar el último cabo suelto, completar el puzzle y darle un final a los personajes.
Muchas gracias por atender mi peticion. Es que hace poco vendi mi coleccion de Spiderman por mas de 1000€ y poco a poco lo voy a ir reinvirtiendo (de Spidey estoy comprando lo de Strac en tapa dura). Pero lo voy a comprar poco a poco que la economia esta jodida.
Tendre en cuenta vuestras opiniones y variare algo el orden pero Predicador lo voy a mantener en los primeros puestos, ya que me he encaprichado y aprovechare los reyes para que me lo regalen. Me apunto el Animal Man y La cosa, que no me atrian mucho pero como lo recomendais tanto me lo apunto.
Lo de Sleeper lo tenia apuntado pero no se si comprarlo o leerlo por internet, tengo que ver si el formato me convence. La Doom Patrol, Los libros de la magia o La liga buscare mas informacion, pero irian al fondo de la lista (en principio). Fabulas estoy con ella y V o Watchmen ya las he leido.
The Boys me molaba por ser una gamberrada y como siempre he leido de supes pues era por verlos de forma diferente. Y DMZ se me habia olvidado pero si dices que esta mal rematada esperare a que hagais la critica global y me lo pensare.
Y por supuesto Planetary lo he añadido gracias a este estupendo reportaje, como todos los demas. Sois unos maquinas.
Gracias a todos y un saludo.
De nada, Juanen, gracias a ti. Por cierto, que no sé si lo sabes pero tenemos tanto una guía de lectura de la línea Vertigo con todos los artículos mayores (o globales) publicados hasta la fecha –dentro de cada uno encontrarás enlaces a subsiguientes revisiones de nuevos tomos– como un índice de todas las reseñas publicadas en Zona Negativa hasta la fecha. ¡Espero que te sirvan! Un saludo.
En algún momento teníamos que discrepar José, sí…
Con total retundidas, puedo decir que la «Doom Patrol» de Morrison es uno de mis tres cómics favoritos. Fueron escritos con el desparpajo de un joven Morrison que avisaba de quien era y lo que podía hacer. En los primeros números ya vemos al Morrison más sobresaliente, son sus guiones con idas de olla sobre la anarquía, la religión, la cultura popular, la ciencia ficción, la literatura, los sueños, la pseudociencia, lo esotérico…
Es la psicodelia más rocambolesca que se ha podido llevar al cómic. Salvo Milligan con su Shade no he podido leer algo tan estrafalario en el cómic y que me haya gustado tanto.
Lo bueno es que la etapa de Morrison no se cuanto dura exactamente, pero vamos, seran unos cuarenta y algo numeros donde, y salvo en algunas decaídas, el cómic mantiene un nivel cualitativo que no baja de notable.
Y lo de los protagonista ni hablar, no hay ninguno malo…
A mí, a falta de terminar de pillarme Los Invisibles y leérmela entera o de que salga por fin El Asco, también me parece que la Doom Patrol es lo mejor de Morrison, muy por encima de Animal Man (que en realidad, aparte del número del Coyote y los números finales tampoco me entusiasma, aunque debo revisarla un día de estos). Cuando la leí por primera vez me gustaba mucho esa sensación de ‘a ver qué narices se inventa Morrison para este número’, y reconozco que había partes y sagas que me subyugaban, aunque a veces no llegaba a enterarme muy bien qué sucedía. Sobre esto último, creo que Morrison tampoco tenía mucha intención de darle ‘cohesión’ al conjunto; sino que como sabía que tenía vía libre con una serie de superhéroes ‘raros y menores’, la usó de campo de pruebas para futuros proyectos (los mencionados Invisibles o Asco), aunque lejos de quedarse en un mero formalismo, la serie brilló y quedó como un hito.
Esta misma impresión me dio al leer Shade; al principio, con todo el tema del Grito Americano, parece que Milligan sí tenía una historia atada, que tuvo su curso y se cerró satisfactoriamente. Pero a partir de entonces, creo que también comenzó su propia experiencia psicodélica comiquera (aunque asegura que él nunca tomó drogas durante la escritura de la serie), donde importaba más la exploración formal y plástica antes que ofrecer una historia consistente. Y bueno, la gran diferencia entre ambas es que Morrison tomó y soltó su serie justo cuando debía, mientras que Milligan estuvo al frente sus buenos 70 números, los 20 últimos, bajo mi opinión, un tanto forzados y reiterativos. Pero aún así, chapó.
Doom Patrol y todo lo de Luther Arkwright son de las pocas colecciones que no presto a nadie ni borracha
Pues a mi, maravillandome Animal Man, Los Invisibles y El Asco, tampoco me gusta la Doom Patrol. Demasiado surrealista para mi gusto.
Estoy de acuerdo con que Alan Moore en mucho Alan Moore, y sin duda está por encima de cualquier otro. Y en cuanto a los mejores escritores de ciencia ficción, junto a Ellis y Moore, estaría también Grant Morrison y Jamie Delano, de los que también soy seguidor aunque en menor medida. Creo (aunque para gustos los colores) que los mejores trabajos de Morrison ha sido Los Invisibles, y debo disentir con Animal Man, no he podido ni siquiera volver a releerlo. De Morrison también recomendaría su Zenith (obra primeriza pero que creo que está mejor incluso que su Doom Patrol). Y en cuanto a Jamie Delano recomiendo a todos que se lean su 2020 Visions, lo mejor que he leido de este escritor y encantará a los fans de la ciencia ficción.
Aaaah.
Tambien se me habia olvidado que tengo tambien en la lista para ir comprando de vez en cuando el Hellblazer de Delano y el de Ennis.
Yo añadiria a vuestras recomendaciones: El soldado desconocido. Hay unas escenas bestiales y como creo que no lo van a reeditar, ES AHORA O NUNCA. buen fin de semana!
«Doom Patrol y todo lo de Luther Arkwright son de las pocas colecciones que no presto a nadie ni borracha»
Nunca debí prestar El Corazón del Imperio a ese longuis… cada vez que me acuerdo de eso alguien, en algún punto del mundo, muere víctima de mi ira.
planetary es un deleite de serie, algunos numeros flojos pero en general una obra inolvidable
Mañana mismo me miro lo de los extras y demás y ya lo aclaramos, ¿vale?
Es que los libros/comics/discos son muy orgullosos: cuando se van de casa ya no vuelven!
A ver.
Ya he comparado la edición del tomo Absolute USA con el editado por Norma, y la verdad es que no he encontrado diferencias demasiado importantes. Aparte de los extras que trae el tomo de Norma, el Absolute incluye la reproducción de las cubiertas de los recopilatorios The Fourth Man y All over the world and other stories, y también dos páginas en las que se explica muy por encima el proceso de diseño de las figuritas articuladas basadas en Elijah, Drummer y Jakita (Creating an action figure) También recicla el artículo de Whedon y de paso el de Alan Moore, que aquí sacaron en el primer tomo. Por lo demás los extras son los mismos que en el tomo de Norma: el artículo de Laura Martin sobre el copo de nieve y las bios de los autores… Muy sosote todo, vamos.
En cuanto a lo de las splash-pages, después de repasarme de cabo a rabo el tomo de Norma, no acabo de entender a qué páginas de «relleno» te referías, José. Igual es que esta mañana, cuando lo he mirado, estaba muy espeso, pero si no me equivoco entre cada diferente episodio me ha parecido que sólo se incluyen las cubiertas originales correspondientes, excepto en el último número. Ahí sí han metido un par de páginas de más antes de las splash para cuadrarlas, pero a mí por lo menos no me parece demasiado grave…
En el Absolute, justo antes de cada capítulo, en la cara anterior de la cubierta correspondiente, meten una página en negro (a veces hasta dos) con una reproducción de una viñeta del episodio acompañada de una pequeña cita de algún personaje, del tipo
What the hell you looking at
-Jacob Greene
o
Why are you telling me this?
Why are you telling me this NOW?
-Jakita Wagner
Son frases sacadas del mismo comic, y la verdad es que más que otra cosa a mí me parece que sólo estorban. En ese sentido prefiero la edición de Norma, que reproduce los episodios uno detrás de otro sin páginas molestas de por medio (excepto esas dos del final, vale, pero son tan poca cosa que no creo que desmerezcan el resto del libro…)
Y por cierto, en el Absolute también han reproducido la cubierta del #27 apaisada donde toca, nada de desplegables… ^__^U Eso sí me parece una chapucilla, sí…
Mi conclusión es que la edición de Norma merece mucho la pena, prácticamente es un calco de la americana salvo por un par de detallitos de nada (que además no impiden disfrutar el comic en sí) No sé si me he explicado muy bien, que esto de escribir no es lo mío, pero espero haberos ayudado un poco.
Y otra cosa, estupendo artículo, José y David, que todavía no lo había dicho ^__^
¡Hola! ¡Muchas gracias por mirarlo! Sí, me refería a las páginas que aparecen antes de las dobles splash-pages en el penúltimo y en el último número. Sólo aparecen ahí porque en realidad hay pocas dobles splash-pages en Planetary. Y a mí la verdad es que me parece una cutrez… prefiero mil veces que se haga a renglón seguido de la portada que en medio del cómic.
Respecto a las páginas en negro con una viñeta justo antes de la portada, eso se hace para cuadrar. Y es que si abres el Absolute por una página aleatoria y abres el tomo de Norma por otra aleatoria, no siempre pero sí con frecuencia (dependiendo del número) verás que mientras que una queda a la izquierda la otra lo hace a la derecha (y viceversa). Puede parecer baladí, pero en realidad las composiciones de las páginas se estudian en función de si van en uno u otro lado y en función de qué página hay al lado. Vaya, que tienen mucho sentido aunque no gusten.
En relación a la portada del #27, si no viene con un desplegable en el Absolute, pues no hay más que decir… aunque supongo que las dimensiones del absolute lo paliarán un poco allí. Y, por lo demás, supongo que si en el Absolute original no venían más extras, no se les puede pedir más a los de Norma, pero aún así echo de menos muchísimo material oficial que he visto por internet y que se podía haber incluido. Así que nada, palo para DC/Wildstorm por pobretones, y minipalo para Norma por falta de imaginación.
Dicho lo cual, sí: la edición de Norma merece la pena, pese a sus defectos. ¡Es un cómic que llevamos años esperando! ¿Cómo no va a merecer la pena? Y además la reproducción y la traducción son bien majas. Pero aún así prefiero decir estas cosas, primero por honradez, segundo para indicarle al lector lo que va a comprar y tercero porque no quiero que nadie me ponga la cara colorada en los comentarios (tipo «dijiste que era estupenda y le pasa esto, esto y esto»). En todo caso, ¡muchísimas gracias, Blade Runner!
gran comic e interesante
ellis aporta un buen nº de ideas originales por nº
pero parece que se le hace corto
Totalmente de acuerdo con todo lo que expones, José. Cierto que muchas veces la composición de las páginas afecta seriamente al resultado final de la obra, incluso a la lectura del comic en sí, pero personalmente creo que en este caso en la edición de Norma no se nota tanto la diferencia con respecto al original. Y es verdad que la reproducción les ha quedado muy bien (de la tradu todavía no puedo opinar porque no he tenido tiempo de leerlo, pese a las ganas ^__^) Y el papel que han escogido también es bastante bueno…
Lástima lo de los extras, a mí se me ocurren montones de cosillas que podrían haber añadido para dar más «consistencia» a la edición de una obra de la categoría de Planetary: diseños y bocetos de personajes, páginas originales a lápiz, artículos… ¡uf! Si tiene que haber material a puntapala…
hombre por 26 eurales ya me parece bien que esperaba que me costara 35
Acabo de terminar el tomaco. Ha sido un viaje cojonuten!
No tengo mucha queja del tomo por parte de Norma. Las páginas de relleno para cuadrar las splash molestan un poco, pero sólo son dos. Y las tres patadas a la gramática que me he encontrado están al principio y enseguida se pasan.
Ahora a esperar un par de años a que lo olvide todo para releero en condiciones. Sólo diré que ha pasado un buen montón de cosas que realmente no me esperaba y casi todas han sido para bien
Una pregunta: ¿La portada del absolute americano está al reves respecto a la edición de norma verdad? Porque mirando en internet he visto que la portada en el absolute americano Snow llwva la pieza del puzzle en la mano derecha, y en la edición de Norma en la izquierda. ¿Por que Norma ha cambiado el sentido de la portada?
«Si te referías al #27 entonces sí que disiento de forma más profunda: es un buen epílogo y simplemente eso. Atar el último cabo suelto, completar el puzzle y darle un final a los personajes.»
Bueno, ahí sí te doy la razon, visto como epílogo simplemente sí, pero esperaba que el final de los acontecimientos fuera en el #26. Simplemente, después de ver todo lo que se tiró Cassaday para hacer el último número, esperaba más. Que entiendo que se tirara tanto tiempo porque por esa época Cassaday era de lo más cotizado, pero me dio la sensación de que quería más. Eso sí, Planetary es una serie imprescindible se piense lo que se piense, muy bien terminada y hecha con paciencia y a fuego lento.
El número 27 me parece como en Predicador
cuando Cassidy le dice a Jesse lo de que seguro que pensaba que la historia iba de otra cosa, no de salvar a un amigo condenado. Planetary no iba de eso, pero poco a poco nos van dejando pinceladas de cuál es la «misión» de Elijah como bebé del siglo. Para mí, los Cuatro dejaron de tener tanta importancia como enemigos desde el momento en que Drummer le dice a Jakita que cree que Elijah quiere salvar a su amigo. Desde ese momento creo que eran más un medio para un fin y como tal se les trata. Planetary va de muchas cosas, pero me alegro que una de las últimas no sea acabar con sus enemigos a ostia limpia en technicolor y sí algo más amable
Cabe apuntar además que es una de esas obras que tras una segundo relectura se aprecia mejor, mas a gusto, y con una sonrisa en la boca mayor que en la primera.
Y eso dice mucho de un comic.
Es algo que me ha pasado con muy pocos cómics, y ya tenemos que irnos a obras tan absolutamente geniales como el «The Sandman» de Gaiman o el «Top Ten» de Moore. La primera por que está tan repleta de historias y mitología propias que imposible enterarte de cada detalle en una sola vez, y, la segunda, por que está tan repleta de referencias que se disfruta daca vez más.
El otro día me di cuenta en el número del mago inglés que se hacía alusión además de a Swampy y Animal Man a Transmetropolitan.
No se si no me acordaba o no me di cuenta la primera vez, pero cuando después de haberse pasado por hombre muerto, hay una escena donde parece el mismísimo Spider Jerusalem, con sus dos tatuajes en el pecho y encendiendo el cigarro con su mechero. Lo curioso de todo es que hasta ese momento, el personaje del mago inglés amante de Jackita era un calco claro de John Constantine.
Ellis en «Planetary» es muy grande.
Pues desde luego con la traduccion se han lucido
Acabo de comprarme los dos volumenes de Planetary y deja bastante que desear.
En realidad solo he leido los cinco primeros capitulos del primer volumen, y al margen de determinadas elecciones estilisticas muy discutibles a la hora de traducir, solo en estos cinco primeros capítulos he detectado ya dos errores MUY GRAVES:
– en el capitulo primero, se ha traducido lo que en inglés debe de ser «gulf» como «golfo». Traduccion incorrecta, porque gulf solo debe traducirse como golfo en castellano cuando se refiere a accidente geográfico. En sentido figurado debe de traducirse como «abismo» o «sima». Consulten diccionario y verán.
– en el capítulo sexto, hay un error aun mucho mas grave, porque pervierte totalmente el sentido de la frase, haciendo que resulte totalmente incoherente en su contexto. Aqui se traduce lo que en inglés evidentemente es «ingenuity» por «ingenuidad». Pero es que resulta que la traducción de «ingenuity» no es «ingenuidad», sino «genialidad» o «ingeniosidad», lo que cambia totalmente el sentido. Consulten diccionario.
Lo cierto es que encontrar errores tan graves en tan solo la mitad del primer tomo (supongo que habrá más) no dice mucho en favor del control de calidad de las ediciones de Norma. Lo cual es una lástima porque Planetary es un comic excelente que se merece algo más.
Espero que lleven un poco más de cuidado en el futuro.
Me confundí. El segundo error está en capitulo quinto. Concretamente, el sitio exacto de ambos errores es:
Le apunto el sitio exacto.
El error de gulf en el capitulo 1, pagina 21.
El de ingenuity en el capitulo 5, pagina 12.
Por cierto, un par de apuntes más. En mi tomo del volumen 1 no aparece el articulo de Joss Whedor por ninguna parte, ni por delante ni por detrás. O sea que no entiendo lo que se comenta sobre la repetición del articulo.
Y ahora una pregunta para alguien que tenga el número 9 en inglés, o algun TPB o Absolute donde vaya incluido. En la edición española, en la ultima página pone «en 1997 el cuarto hombre desapareció en acción». Pero o yo lo he entendido mal o debería poner «en 1997 el TERCER hombre desapareció en acción» (mejor sería «en combate», pero bueno). ¿Alguien me puede confirmar que en la edición americana también pone «cuarto» en lugar de «tercer»?
Eduardo… en el volumen 1, a menos que sea una segunda edición, tienes el artículo de Whedon al final, antes del Planetary Preview y las portadas y justo al lado de unas hormigas gigantes. Por otra parte, te confirmo que en la edición americana poner «cuarto» en lugar de «tercer». Más sobre ese tema aquí.
Gracias, José. Lo del artículo, ya me imaginaba que sería por eso.
Lo del «cuarto hombre» ya me han comentado que mejor que siga leyendo porque hay muchas sorpresas.
Ahora bien, los dos errores de traducción graves (gulf por golfo e ingenuity por ingenuidad) son realmente imperdonables. Yo me di cuenta de ellos no porque lea comparando ediciones, logicamente, sino porque las frases resultantes en castellano no tenían sentido. Espero que no haya más errores de esa envergadura (que por cierto, deberían corregir en una tercera edición), pero me temo que habiendo leído de momento solo hasta el número nueve, alguno más habrá antes de que termine la serie. Ojalá me equivoque.
No empatizo con Snow como lo hice con Spider, y eso es definitivo a la hora de cogerle verdadero cariño a una serie. Cuando acabé Transmet me sentí gratamente triste. Por eso no le puedo dar un 10 a Planetary, la fría distancia.
Me he comprado los tomos tochales de Autorithy y Planetray estas navidades y la verdad es que no he podido arrepentirme mas, la traducción de ambos es la PEOR que he leído en mi vida en un comic, la PEOR, no entiendo como una editorial con tanta experiencia y mas aun, en un edición tan cara (50 euros) se permita hacer esto. No hablo de elecciones estilísticas desafortunadas, hablo de autenticas incoherencias, no ya para el que haya leído la obre en ingles, sino simplemente leyéndola en español, las frases no tiene sentido, pierden chistes, dobles sentidos, todo… de verdad que no entiendo esta chapuza, siento que me han tomado el pelo y se han cargado una obra maestra. Los que podáis, consultad números americanos, los que no, comparad con la edición de planeta de hace unos años, esto lo han traducido con el google translate, nadie que se pueda llamar traductor, o que sepa algo de ingles hace esto.
De vergüenza total, les he escrito y me han respondido con el típico “lo sentimos esperamos hacerlo mejor próximamente” pero es que no le pienso dar la oportunidad; me pensaba comprar Ex machina y Astro City pero ya ni de coña, han perdió un cliente de por vida.
Todo lo que se puede decir de Planetary ya se ha dicho: es cojonuda.
Y yo no creo que esté en el Universo Wildstorm, a pesar de contener algunos elementos de ese universo. Creo que Ellis cojió lo que le gustaba y creo su universo.
Lo dicho: una serie cojonuda, que deseas que nunca acabe, recupera el sense of wonder…